domingo, 13 de junio de 2010

ISMAEL CARMONA GARCÍA
ORTOGRAFÍA DEL
EXTREMEÑO
2007

ISMAEL CARMONA GARCÍA
ORTOGRAFÍA DEL
EXTREMEÑO

i
PRÓLOGO
Ante un panorama heterogéneo, múltiple e incluso caótico de los modos de escribir en
extremeño que de hace más de un siglo hasta nuestros días se lleva practicando y ante la
petición por parte de muchos de los que se aventuran a escribirlo, era forzoso que naciera una
Ortografía de la cual bebamos todos los extremeños.
Desde las escrituras castellanizantes de Gabriel y Galán, Chamizo, Juan José Camisón o Javier
Feijóo, hasta las que aspiran a la fonética como la propuesta en la Primera Gramática Ehtremeña o a
la asturianizante-arcaizante de Carlos Quiles Casas, se han presentado tantas formas de escribir el
extremeño como personas que lo escriben. Esto ha planteado dudosas formas de leerlo,
vacilando entre si es más extremeño como lo escribe Chamizo o J. M. Alcón o Antonio Garrido.
Es muy probable que Chamizo cuando escribió leeglo no quiso que se leyera leeh-lo como
propone Viudas Camarasa y ni mucho menos lee-glo sino leel-lo, puesto que la r de los infinitivos
en extremeño no se aspira, sino que se asimila o se pierde. Sin duda, todas las variantes son
ricas, únicas y peculiares y cada autor ha pretendido representarla según sus criterios.
No obstante, abocados a perder por completo el extremeño, estaremos pronto leyendo sus
escritos como un vago recuerdo de algo que fue antaño y que ahora está agonizando. Mientras
que los jóvenes ignoran por completo qué es el extremeño (si acaso emplean algunas palabras que
las sienten como parte de su jerga juvenil como hartón, harapalis o chachu), los últimos extremeñohablantes
se convierten en el objetivo de estudio de los dialectólogos. La ausencia de una
normativa que regule el maremágnum lingüístico de Extremadura, así como la de instituciones
que velen por esa normativa, junto con el ignominioso tópico de hablar mal que cargamos a
nuestras espaldas, han provocado que dejáramos a un lado una de las principales
manifestaciones culturales de nuestra región: el estremeñu.
De ahí que el sentido de esta Ortografía sea, por decirlo de alguna manera, el servir de
comienzo para la normalización de nuestras hablas empezando desde lo más esencial: su
escritura. Será el primer paso para asentar las bases de nuestra lengua y para usarla con
propiedad y difundirla dentro y fuera de nuestros pueblos. Y ese primer paso de una
homogeneización lingüística ha de ser firme y sustancial, sin contrariedades, pero sobre todo
sencillo y útil.
La Ortografía aquí propuesta, lejos de ser una imposición, se trata de una forma clara (no
eclipsada por su compleción) de exponer los rudimentos de la escritura del extremeño. Para
ii
ninguno que conozca medianamente la ortografía castellana o la portuguesa ha de suponer un
problema. No por esto quiere decir que sea una mezcla de ambas o prive al extremeño de sus
caracteres por haber adaptado una escritura en exceso castellanizante o lusitanizante o incluso
asturianizante, antes más bien, una escritura simple que recoge a la perfección la pronunciación
del extremeño ideal, de ese extremeño modelo del que se ha extraído todo su jugo para que una vez
descompuesto se pueda ver de qué manera es posible escribirlo sin perder ni un ápice de su
belleza.
Para simplificar la disposición de las cuestiones ortográficas, se ha divido esta obra en dos
partes fundamentales: la microortografía y la macroortografía. Estos términos designan
respectivamente a la ortografía de la palabra entendida aisladamente y la ortografía de la
palabra dentro de un marco mayor como lo es la oración o el texto. Merced a esta división ha
sido posible tratar cuestiones de índole morfofonética (la escritura de apofonía verbal y prefijal o
la de los elementos compositivos de origen grecolatino) y de índole morfosintáctica (preposición
de, el ataque suave). De esta manera quedan correctamente normalizados usos que hasta el
momento eran los de mayor problemática en la escritura.
Dentro de esta división, una de las principales innovaciones en lo que respecta a la grafía es el
tratamiento de las aspiraciones. Se ha resuelto a través de la dualidad h/s la escritura de la
aspiración fuerte (explosiva) y de la débil (implosiva) respectivamente. De esta suerte, la escritura
no se plaga ni de j ni de h ni de g, dándole una legibilidad que nunca antes había alcanzado el
texto extremeño. De esta manera una palabra como hustícia es posible leerla de manera correcta
simplemente advirtiendo al lector que la h y la s son aspiraciones. No llegamos a términos como
huhticia o jujticia o juhticia ni formas ilegibles que no representan ni mucho menos la manera de
pronunciar.
Asimismo, se han simplificado, en la medida de lo posible, los usos de cada letra, no sin ello
llegar a la inutilización de letras como la v o de los distintos valores de la c. Con el afán de seguir
una ortografía que resolviera la representación del sonido / /, se ha considerado prudente
retomar, en este aspecto, la distinción medieval entre c-ç y z, tal como se conserva en portugués
o francés.
Por otro lado, la sabia evolución de las lenguas nos ha demostrado que un cambio radical en
la escritura según su pronunciación no resulta del todo apropiada, por lo que en esta Ortografía
se tiene presente la evolución y etimología de las palabras. Términos tales como varrel, varvechu o
avogau tienen su razón de ser en las formas latinas verrere, vervactum y advocatum por lo que han de
escribirse con v y no con b según ha marcado la tradición ortográfica castellana y que
juiciosamente corrigen las gallego-portuguesas. Teniendo en mente este aspecto, salvo en
contadas ocasiones (el empleo absoluto de h como aspiración fuerte, la simplificación o
diptongación de grupos cultos, etc.), no se atenta con el bagaje latino del extremeño.
Advirtiendo la escritura de la conjunción copulativa derivada de et en las demás lenguas
romances, se ha considerado natural la escritura de i y no de y.
Otro aspecto novedoso es el sistema acentual empleado, donde se huye del esquema acentual
castellano para adoptar otros nuevos más acordes a la pronunciación del extremeño. Para ello se
ha pensado en la manera de eliminar el mayor número de acentos de la escritura, empleando
sólo los más necesarios. Este sistema de acentuación dota, además, al extremeño de la distinción
iii
entre vocales largas y breves en algunos casos, aunque no suponga un elemento diferenciador
salvo en contadas ocasiones (séris «series» de seris «seres», asi «ase» de ási «ábside»).
Otra de las principales innovaciones que plantea esta Ortografía es el haber subsanado errores
de reproducción del habla extremeña como lo es la dificultad de escritura que supone productos
derivados de la fonética sintáctica. Así, fenómenos como la crasis, la escritura y aparición de la
preposición de o la elisión quedan finalmente delimitados. La regularización de este problema
radica en la determinación de ciertas crasis, de los usos de la preposición de y de la apócope de
ciertos monosílabos, restringiendo, por tanto, el apóstrofe. Dentro de las explicaciones del
ataque suave se han incluido varias tablas en las que se muestran las distintas crasis, de manera
que la escritura caótica del ataque en extremeño queda reducida a unas pocas palabras por
todos conocidas.
Con todo, la Ortografía aquí propuesta no quiere decir que sea, ni mucho menos, definitiva.
Una de sus intenciones es que se vaya generalizando el uso aquí propuesto, de manera que, con
el tiempo, salgan a flote los posibles errores latentes que albergan estas páginas. Por ello quedará
sujeta a cambios y más aún siendo ésta la primera ortografía que se crea para la escritura del
extremeño.
15 de agosto de 2007
ISMAEL CARMONA GARCÍA

Primera parte
MICROORTOGRAFÍA

~ 7 ~
CAPÍTULO I
EL ALFABETO
El alfabeto
1. El nombre que recibe en extremeño es el de abiciáriu. En extremeño las letras que
componen el alfabeto hacen un total de 25, pero casi ninguna de ellas representa un solo sonido,
sino dos o más. Con todo, la aproximación al sonido que representan es bastante cercana si
atendemos a lenguas como el inglés o el gaélico.
Orden May. Min. Nombre
1.ª A a a
2.ª B b bi
3.ª C c ci
4.ª Ch ch chi
5.ª D d di
6.ª E e e
7.ª F f efi
8.ª G g gui
9.ª H h hachi
10.ª I i i
11.ª L l eli
12.ª Ll l elli
13.ª M m emi
14.ª N n eni
15.ª Ñ ñ eñi
16.ª O o o
17.ª P p pi
18.ª Qu qu cu
19.ª R r eri
20.ª S s esi
21.ª T t ti
22.ª U u u
23.ª V v uvi
24.ª Y y i griega
25.ª Z z zeta
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2. El nombre de las letras es femenino por omisión de la palabra “letra” en el sintagma la
letra X: la a, la bi, la emi… El plural es regular, añadiendo -s: las us, las hachis, las esis.
3. La serie de letras comprendidas en el alfabeto no componen la totalidad de letras
empleadas en la escritura, ya que grafías como w, j o x que aparecen en palabras foráneas surgen
esporádicamente en los textos y son extrañas a la fonética o escritura extremeña.
4. Cada letra tiene dos formas distintas: una mayúscula y otra minúscula. El uso de unas y
otras está regulado por la Ortografía.
5. Aparecen dentro de este alfabeto tres dígrafos, es decir, signos gráficos que están
constituidos por dos letras, puesto que representan un solo fonema y son capaces de iniciar
dicción. Son la ch, la ll y la qu.
Grafías que representan más de un fonema
6. Algunas letras, además de la función que les es característica, en determinadas posiciones
representan un sonido ajeno por diversos motivos como la asimilación o la tradición. Se expone
en primer lugar el uso más raro de cada letra, seguido del uso que le es típico.
a) La b y la v representan el fonema fricativo labiodental sordo /f/ en posición explosiva
en inicio de palabra antecedida por aspiración: los botihus [lo foʹtih h] «los botijos», nu les
vaga [ʹnu le ʹfa a]1 «no tienen tiempo». En el resto de ocasiones representan el fonema
oclusivo bilabial sonoro /b/ en palabras como abangal «combar», embarral «enjalbegar» o
avetarda «abutarda».
b) La c ante e e i y su variante ortográfica ç ante a, o, u representan en posición explosiva el
fonema fricativo interdental sordo / / en palabras como esmorecelsi «ponerse morado
por el frío», acinohu «hinojo» o abançalsi «abalanzarse». En los demás casos, en posición
explosiva representa siempre el fonema oclusivo velar sordo /k/ en palabras como
acachal «agachar» o acontinal «continuar».
c) La d representa el fonema fricativo interdental sordo / / en posición explosiva, a
comienzo de palabra antecedida por aspiración: tres dias ['tre ' i h] «tres días»2. En los
demás casos representa el fonema oclusivo dental sonoro /d/ en palabras como endirgal
«indicar el camino», dondi «de donde».
d) La g representa el fonema fricativo laringal /h/ en posición explosiva, en inicio de
palabra antecedido por aspiración: los gomus3 [lo 'hom h] «los gajos». En las demás
ocasiones, es decir, delante de las vocales a, o y u (ü) y en combinación con u delante de e
e i —gue, gui— representa el fonema oclusivo velar sonoro /g/: agarral «coger», guisopu
«hisopo», galgueal «jadear», agüespial «hospedar».
e) La l, según las zonas, puede que no represente fonema alguno, esto es, que sea muda, en
posición implosiva a final de palabra, siendo ésta oxítona, alargando la vocal final:
revental [rre en'ta:] «cansar», Manuel [mã'nwe:]4. La l, además, delante de las consonantes
h, n y s recoge un valor de pronunciaciones oscilantes. Ante h puede pronunciarse [lh],
[rh] o simplemente [hh], v. gr.: ulhéncia [ul'hen ja], [ur'hen ja] o [u'hhen ja]. Ante n las
soluciones son [ln], [rn] y [nn], v. gr.: calni ['kalni], ['karni] o ['kanni]. Ante s se puede
1 Esta es la pronunciación recomendada, aunque también puede pronunciarse como [ ] y como [ ].
2 Igual que con la b, esta es la pronunciación recomendada, aunque también está admitida la pronunciación de
[
].
3 De la misma manera se admite la pronunciación de [!], pero se recomienda la de [h].
4 También son admitidas las dos pronunciaciones, la de l o no pronunciarla.
~ 9 ~
pronunciar [ls], [rs] o [ss], v. gr.: velsión [bel'sjo ], [ber'sjo ] o [be'ssjo ]5. En el resto de
posiciones representa el fonema lateral alveolar sonoro /l/: templanu «temprano», cuelpu
«cuerpo», lairu «ladrón».
f) La ll, tiene el valor lateral palatal / / que es el etimológicamente más propio, pero en
cambio para la mayor parte de Extremadura, puesto que es yeísta, representa el fonema
palatal fricativo sonoro /y/: llamaretá [ amare'ta:] y [yamare'ta:] «llamarada».
Evidentemente, para el mismo hablante representa o uno u otro fonema, nunca los dos.
No existe preferencia por la pronunciación de ninguno de los dos, aunque hay que
observar que el extremeño en sus orígenes no era yeísta. No obstante, puesto que la
inmensa mayoría de extremeños no distingue, no se considera incorrecta la
pronunciación yeísta.
g) La r se pronuncia como vibrante múltiple /rr/ en inicio de palabra y tras las
consonantes l y n, función que generalmente desempeña rr: regorvel «revolver», mielra
«mirlo», enrabalsi «rezagarse». En las demás posiciones representa el fonema vibrante
simple /r/: teraraña «telaraña», frauta «flauta», grandol «tamaño», cumpril «caducar», tratu
«trato».
h) La s, dependiendo de las zonas a las que pertenezca el hablante, no representa ningún
fonema en posición implosiva absoluta, restando como vestigio la abertura de la vocal
precedente: el martés [el mar't ] «el maleante»6. También suele desaparecer su valor
fonético delante de los fonemas /f/, /h/, /s/, / /7: dos famílias ['dó ffa'milj h] «dos
familias», varonis sábius [ba'roni 'ssa j h] «varones sabios»8. En el resto de posiciones
implosivas9 representa el fonema fricativo laringal de /h/: mesmu «mismo», lus «luz»,
devinas «adivinas». En posición explosiva siempre simboliza el fonema fricativo alveolar
sordo /s/: enseñalsi «aprender», seguráncia «seguridad».
Fonemas representados por dos o más grafías
7. Puede ocurrir el caso contrario, que un fonema se vea representado por distintas grafías,
ora para representar un alófono, ora por tradición.
a) El fonema oclusivo bilabial sonoro /b/ se representa por b y v según señala las normas
ortográficas. V. gr.: avogau «abogado», arbu «árbol», arvilla «guisante».
b) El fonema fricativo labiodental sordo /f/ se ve representado por f y por b. La letra que
le es característica es f, pero ya se ha visto que la b, en posición explosiva en el inicio y,
en determinadas palabras10, en posición interna, si va antecedida por una aspiración, es
posible que también represente dicho fonema: los botus [lo 'fot h] «las botas».
c) La aspiración /h/ en los casos en que es fuerte, es decir, explosiva, se representa tanto
por h como por la letra g cuando es precedida por otra aspiración: los gatinus [lo ha'tin h]
«los gatitos». En los casos en que es débil, esto es, implosiva, siempre es representada
5 Las pronunciaciones con r [rh], [rn] y [rs] son sin duda readaptaciones a la pronunciación castellana,
mientras que las realizaciones geminadas son más propias del bajo-extremeño y del andaluz. La pronunciación
normativa, por lo tanto, es la de [lh], [ln] y [ls].
6 En este caso son válidas tanto una como otra pronunciación, es decir, manteniendo la aspiración o
desdoblando la vocal anterior.
7 Este sonido no es que desaparezca: al ser los fonemas señalados fricativos, el soplo hace intensificar la
fricación de dichos fonemas, de manera que se alarguen: /h/ + /f/ = [fh] > [ff].
8 Vid. infra § 9, Letras mudas.
9 Vid. no obstante cap. II, § 42 y siguientes sobre el uso de de la letra s.
10 Estas palabras suelen ser las compuestas por el prefijo des- que todavía no se ha consolidado como f. V. gr.:
esborral «borrar», desbloqueal «desbloqueal».
~ 10 ~
por s como en las palabras estuyal «estudiar», presta «hierbabuena», esperéncia
«experiencia».
d) El fonema /k/ reparte sus funciones gráficamente a través de las letras c y qu. La qu,
delante siempre de las vocales e e i y la c en los demás casos. V. gr.: ascuchal «escuchar»,
queréncia «querencia», descrispal «poner de los nervios», piquiña «picor».
e) El fonema palatal fricativo sonoro /y/ es representado para los yeístas tanto por ll como
por y. V. gr.: llorisqueal «lloriquear», ayuanti «ayudante», castillu «castillo».
Fonemas representados por dígrafos
8. A falta de grafías simples que representen ciertos sonidos, muchas lenguas se ayudan de
marcas diacríticas o, en este caso, de dígrafos. En extremeño son cinco los dígrafos que hay ch,
gu, ll, qu y rr11.
a) La cuarta letra del alfabeto, la ch, representa el fonema africado palatal sordo de /t / en
palabras como hacha «hacha», chalpiscal «salpicar», chirivehi «bebé».
b) El fonema oclusivo velar sonoro /g/ representado por la letra g toma una u muda
delante de las vocales e e i como en las palabras guisal «guisar» o balagueru «balaguero».
c) El fonema lateral palatal sonoro / / es para los no yeístas representado por el dígrafo ll
mientras que para los yeístas representa el fricativo palatal sonoro /y/. V. gr.: calli
«calle», allina «allí mismo», enllenal «llenar».
d) La decimo-octava letra, la qu, representa el fonema oclusivo velar sordo de /k/ en
palabras como quintu «cerveza de botellín» o quealsi «dejarse».
e) La rr representa el sonido vibrante múltiple /rr/ en palabras como arreol «alrededor»,
marru «error» o perru «perro».
Letras mudas
9. Ciertas letras pueden carecer de valor fonético en algunas de sus posiciones, algo que no
afecta a la escritura, por lo que es menester atender en este punto a la ortografía de la palabra y
no a cómo suene.
a) La letra e- inicial átona precedida de cualquier vocal o diptongo comúnmente no se
pronuncia. El circu estuvió enas aldehueras [el ' irk htʹthu' jó ena hal
e' wer h] «El circo
estuvo en las afueras del pueblo». Tampoco se pronuncian la -a, la -e y la -o átonas de
los monosílabos12 cuando existe apócope: L’avisó «la avisó, le avisó, lo avisó».
b) La letra s en posición final suele ser muda en ciertas ocasiones. La pérdida de su valor
fonético viene dado por tres motivos fundamentales:
• Ha modificado fonéticamente la letra que le sucede de suerte que: -s + b/v-
= /f/, -s + d- = / / y -s + g- = /h/. Por ejemplo: Muchas vacas ['mut a 'fak h]
11 Existe un sexto dígrafo, nh, (llamado enhi) que representa para muchos hablantes el fonema laringal nasal
sonoro /h / en palabras como naranha [na'ra h a] «naranja» o ahonhal [a o 'h al] «amarrar». No obstante, por no
tratarse de un dígrafo consolidado (enhenieru [e nhe'njeru] «ingeniero»), no se incluye en este grupo.
12 Vid. § 98.
~ 11 ~
«muchas veces», mas dolol ['ma o'lol] «más dolor», las gabinas [la ha' in h] «las
cabinas».
• La siguiente palabra empieza por c, f, h, s o z: Dos farráguas ['do fa'rra w h]
«dos desaliñados», venerabris santus [bene'ra ri 'ssant h] «venerables santos».
• Se encuentra en posición implosiva absoluta: callaivus! [ka' ai (h)]«¡callaos!».
c) La letra l puede no pronunciarse en posición implosiva a final de palabra: achapazal
[at apa' a:] «aplastar», amol [a'mo:] «amor».
10. No se consideran letras mudas la h, la u y la l en los dígrafos ch, qu, gu y ll
respectivamente, ya que, a pesar de ser gráficamente dos letras, se consideran como una sola.
Letras empleadas en la escritura no alfabetizadas
Existen determinadas letras que se usan para la introducción de vocablos foráneos en textos
que, por diversas causas, no se pueden traducir o transliterar. Estas letras, entre otras, son w, j y
x13.
Otros signos empleados en la escritura
12. Las lenguas suelen ayudarse de otros símbolos en la escritura que representen
factores del habla tales como la entonación, las pausas, la cantidad vocálica o la tonicidad,
además de otros símbolos empleados para abreviaturas, simbología matemática o técnica,
numerología, etc. En extremeño existen multitud de símbolos con estos fines, agrupándolos en
signos de acentuación, de puntuación y no alfabetizables.
13 Llamadas en extremeño uvi dobri, hota y equi.

~ 13 ~
CAPÍTULO II
EL USO DE LAS LETRAS
A continuación se dispone una normativa para el empleo de las letras que pudieran originar
conflictos, a fin de no vacilar a la hora de escribir y formalizar la escritura. Si cada grafía
correspondiera a un solo fonema, el grado de dificultad sería mínimo, pero, según se vio en el
capítulo anterior, no es así. Además, otro factor como la tradición de un alfabeto castellano, de
una escritura castellanizada para vocablos extremeños y la enorme multiplicidad de
pronunciaciones de una misma palabra han dificultado la elaboración de una ortografía válida
para una unificación de las hablas extremeñas. Si atendemos también al uso diferente que en
extremeño tienen determinadas letras con relación al castellano, se verá que pueden existir
interferencias entre uno y otro. Con todo, se ha procurado simplificar en todo lo posible la
ortografía de las letras para una mejor comprensión y aprendizaje y que evite equívocos
innecesarios con respecto al castellano. Se trata, ante todo, de definir una escritura.
EL USO DE LAS CONSONANTES
El uso de B y V
13. Como se dijo en el capítulo anterior, ambas letras representan el mismo fonema oclusivo
bilabial sonoro /b/14. Pueden representar el fonema fricativo labiodental sordo /f/ empezando
palabra tras una aspiración, algo que no afecta a la ortografía. V. gr.: los vídius [lo 'fi
j h]. Los
ciertos problemas ortográficos que establece el uso de ambas letras tienen su solución en el uso y
la lectura, ya que su empleo es meramente tradicional, como en español o gallego15, donde no
existe oposición fonológica. No obstante, a continuación se establecerán unos sencillos criterios
orientativos según los cuales determinar cuándo se establece una letra u otra. Téngase en cuenta
que tanto la b como la v siempre tienen una posición inicial en la sílaba y nunca la traba.
14 . Se escribe con b:
a) En aquellas palabras de procedencia latina que en su forma original contaban con b o con p
que ha sonorizado. V. gr.: abel (lat. habere), ebel (lat. debere), cabra (lat. capram), sabienda (lat.
sapientia). Esta misma regla sirve para palabras procedentes de otros idiomas que existen en
extremeño. V. gr.: gabina (fr. cabine), caraba (ár. qarába).
14 Vid. cap. I, § 7a.
15 Por lo general, cualquiera habituado a la normativa castellana y familiarizado con otras lenguas romances,
no encontrará mayor dificultad en la escritura del extremeño.
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b) Seguida de las consonantes l y r —bl, br—. V. gr.: brancu «blanco», estirantabri «que se puede
estirar», embruecal «volcar». Excepciones son avrigual «averiguar», vreal «brear», vribal
«vibrar», vrimbi «mimbre» y sus derivados y vranu «verano», entre las más usuales.
c) Después de m. V. gr.: embraçá «embarazada», chambu «cambio», umbrigu «ombligo».
Excepción es la palabra tamién «también». Además se escriben con b después de m palabras
de raigambre leonesa cuyo grupo -mb- permanece intacto como en lambel «lamer» y sus
derivados, lombu «lomo», camba «cama del arado» y su derivado cambizu, támbara «támara», ,
gambonitu y gamboniteru «gamón», condúmbiu «condumio», amberga «amelga», gambusinu
«gamusino», churumbu «churumen», escambrón «cambrón» o dambus «ambos», entre las más
conocidas.
d) El infijo -ba- del pretérito imperfecto de los verbos de la primera conjugación y de los
verbos creyel «creer», dil «ir» y trael «traer». V. gr.: gastabamus «usábamos», abahaba «bajaba»,
malrotabas «malgastabas», creiba «creía», dibais «ibais», traiban «traía».
e) En los verbos acabados en -bil i -buil en toda su conjugación. V. gr.: alcibil «recibir», escrebil
«escribir», contribuil «contribuir». Excepciones son los verbos hervil (lat. fervere) y rehervil, sirvil
(lat. servire) y vivil (lat. vivere) y sus derivados bienvivil, defivil, convivil, malvivil, pervivil, revivil y
sobrivivil.
f) En las palabras que contengan los elementos compositivos ben(e)-/bien- “bien”, bibliu-
“libro”, bi(s)- “dos” o biu- “vida”. V. gr.: bendizil «bendecir», bienviniu «bienvenido», bibliuteca
«biblioteca», biscochu «bizcocho», bicromia «bicromía», biulétricu «bioeléctico», biuhénisi
«biogénesis».
g) En las palabras acabadas en -biliá/-beliá, -bundu/a y -bondu. V. gr.: curpabiliá «culpabilidad»,
albeliá «habilidad», tremebundu «tremebundo», abondu «en abundancia». Excepciones son
morimundu «moribundo» y vagamundu «vagabundo».
15. Recuérdese que las palabras de origen onomatopéyico o de origen genuinamente
extremeño se han de escribir con b: bubeal «cantar la abubilla», rebimbal «rebosar», eschambarilau
«cojo».
16. Se escribe con v:
a) Aquellas palabras de procedencia latina cuya forma original tuviese una u/v, excepto las
que mantuvieron una consonante precediéndola que acabase por ser aspirada. V. gr.:
avogau (lat. aduocatus), laviha (lat. clauiculam), vinu (lat. uinum), vai (lat. uade), pero no palabras
como ófiu (lat. obuium) «obvio» o defagal (des-+bagal) «desgranar».
b) Las procedentes de otras lenguas no latinas cuya forma original tuviese una v o una w
pasadas al extremeño a través de las castellanizadas correspondientes. V. gr.: vati (cast. váter
> ingl. water-closer), volfrámiu (cast. wolframio > al. Wolfram), valquíria (cast. valquiria > al. ant.
Walkyrien), valí (cast. valí > fr. wali > ár. wali).
c) Tras los prefijos y elementos compositivos al-, bien-, con-, di/de-, en-, in-. V. gr.: alvertil
«advertir», bienviniu «bienvenido», convesación «conversación», diverhil «divergir», devertil
«divertir», envarbascal «desordenar», inviolabri «inviolable». Excepciones son debuhu «dibujo»
y sus derivados, comenéncia «conveniencia» y comenienti «conveniente».
d) Las palabras que empiecen por eva-, eve-, evi-, (e)vo- y los elementos compositivos vizi-/vi(s).
V. gr.: evanhelista «evangelista», eventu «evento», evienti «evidente», volucional «evolucionar»,
evocal «evocar», vizipresienti «vicepresidente», viscondalgu «viscondado», virreinau «virreinato».
Excepciones son las palabras ébanu «ébano» y sus derivados, ebel «deber» en toda su
conjugación y derivados, eboráriu «eborario» y otras palabras menos comunes.
e) Los sustantivos que incluyan la palabra de raigambre latina uir “hombre” y uorax “voraz”.
V. gr.: trunviratu «triunvirato», viriliá «virilidad», elbivoru «herbívoro».
f) Los adjetivos acabados en -avu/-a, -evu/-a, -evi, -ivu/-a. V. gr.: doziavu «doceavo», nuevu
«joven», brevi «breve», premitivu «primitivo».
g) Los verbos acabados en -elval y -orvel en toda su conjugación. V. gr.: reselval «reservar»,
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oselval «observar», degorvel «devolver», resorvel «resolver».
h) Los temas de perfecto de los verbos andal, estal, tenel y sus derivados. V. gr.: anduvun
«anduvieron», estuvistis «estuvisteis», estuvián «estuvieran», anduvisi «anduviese», tuvimus
«tuvimos», contuvió «contuvo».
El uso de C/Ç y Qu
17. Estas dos letras se alternan en la escritura, herencia, una vez más, de la ortografía latina.
18. La c simboliza dos fonemas, el oclusivo velar sordo /k/ de acolleralsi «avenirse» y, como
en castellano o gallego, el fricativo interdental sordo / /16 de cinória «zanahoria». Delante de las
vocales a, o y u, cuando es interdental, añade un trazo en la parte inferior llamado rabinu: ç. La c
con esta vírgula debajo recibe el nombre de ce rabera. Los principios que rigen una u otra grafía
son meramente vocálicos. La qu representa siempre el fonema /k/ de quilumetrahi «kilometraje» y
alterna su uso con c: mientras que se escribe c delante de las vocales a, o y u, la qu se emplea
delante de las vocales e e i, según se verá más adelante. Recuérdese que ambas letras sólo
funcionan a principio de sílaba, las demás posiciones son extrañas al extremeño y se trata, por
tanto, de palabras extranjeras no adoptadas.
Como representación de / /
19. Se escribe con c:
a) Delante de las vocales e e i —ce, ci—. V. gr.: acertahón «acertijo» alcendel «encender», báciu
«bazo», cibueña «cigüeña».
b) Los verbos acabados en -acel, -ecel, -ocel, -icil y -ucil. V. gr.: renacel «renacer», arremollecel
«poner en remojo», conocel «conocer», escurricil «escurrir», aducil «abducir». Excepciones
son hazel «hacer», cozel «cocer», izil «decir» y sus derivados.
c) Las palabras acabadas en -áciu, -áncia, -ánciu, -éncia, -´cia, -´ciu y -ción. V. gr.: violáciu
«violáceo», matáncia «matanza», haránciu «jara, retama», comenéncia «conveniencia», grácia
«gracia», negrúciu «negruzco», movición «movimiento». Excepciones: áziu «donaire, gracia»,
rúnziu «rucio».
d) Procedente de los grupos cultos -bc-, -bsc-, -sd-, -cc-, -pc-, -sc- y -xc- delante de las vocales e e
i. V. gr.: ocecación «obcecación», ocenu «obsceno», decentau «desdentado», ecema «eccema»,
oción «opción», decendéncia «descendencia», ecital «excitar».
Se escribe, en cambio, con ç:
a) Delante de las vocales a, o y u —ça, ço, çu— y delante de r —çr—. V. gr.: praça «plaza»,
çorondu «serondo», reçumil «rezumar», Caçris «Cáceres», deçramatizal «desdramatizar».
b) En los verbos acabados en -acel, -ecel, -ocel y -ucil en la primera persona del presente de
indicativo y en todas las del presente de subjuntivo delante de u y a. V. gr.: preteneçu (de
pretenecel «pertenecer», naça (de nacel «nacer»), conoçan (de conocel «conocer»), trauçu (de traucil
«traducir»).
c) Procedente de los grupos -bd-, -s(t)d- y -sz- seguidos de las vocales a, o o u. V. gr.: poçata
«postdata», açomin «abdomen», deçoblal «desdoblar», deçugal «deszumar».
16 Este sonido es inexistente en los hablantes extremeños seseantes de la zona rayana, así como para los
habitantes de Fuente del Maestre y Talavera la Real.
~ 16 ~
Como representación de /k/
20. Se escribe con c:
Delante de las vocales a, o y u —ca, co, cu— y de las consonantes l y r —cl, cr—. V. gr.: cabeti
«cordón», escondichi «escondite», precupal «preocupar», encraval «clavar», clisalsi «quedarse
absorto».
Se escribe, en cambio, con qu:
a) Delante de las vocales e e i —que, qui—. V. gr.: quiziá «quizás», alquiril «adquirir», llovisqueal
«lloviznar».
b) En el cambio vocálico que suponen los verbos acabados en -cal en el perfecto o en el
presente de subjuntivo que mudan a -qu- delante de e. V. gr.: recarqué (de recarcal «apretar»),
hinqui (de hincal «hincar»), envarbasquis (de envarbascal «desordenar»).
c) En el cambio vocálico que supone la sufijación en los nombres y adjetivos acabados en -
cu/a. V. gr.: chiqueninu (de chicu «pequeño»), cruequina (de crueca «clueca»), buraquinu (de
buracu «agujero»).
d) En algunas voces extranjeras no adaptadas al extremeño, locuciones latinas, términos
científicos, etc., donde la u de qu sí se pronuncia. V. gr.: quark, conditio sine qua non, quid pro
quo, quasar.
El uso de la letra D
21. La quinta letra según el alfabeto suele representar el fonema /d/ siempre en posición
explosiva. Puede formar el grupo dr, pero no *dl. En los casos en que esté en inicio de palabra
precedida por una aspiración representa el fonema / /, como en los destracis [lo h'thra h] «los
trazos».
22. Es una de las letras que más problemas causa ya que se vacila en su pronunciación,
puesto que acostumbra a caer en cualquiera de sus posiciones. Existe un gran número de
palabras que sólo con el uso se sabe si llevan d- inicial o no la llevan: descohel «escoger», dehinchi
«esguince», ispiertal «despertar», desque «desde que», delabón «eslabón», ehalamiu «hambriento»,
etc. Con todo, ténganse en cuenta las reglas que prosiguen.
23. Se escriben con d:
a) Los pronombres/adjetivos dambus «ambos» y dengunu «ninguno».
b) Las crasis de la preposición de más determinante, pronombre o adverbio. V. gr.: del «del»,
dunu «de uno», della «de ella», daquel «de aquel», dangunus «de algunos», dantis «de antes»,
dogañazu «de hace mucho tiempo», dondi «de donde».
c) La preposición de17 precedida de consonante, vocal larga, diptongo o vocal tónica. V. gr.:
escapás de «capaz de», reventá de «cansada de», viniu de «venido de», metá de «mitad de». En
cambio, si le precede una vocal breve y la preposición no contrae con la palabra siguiente,
no se escribe la d. V. gr.: un pocu e vinu «un poco vino», cachu e higu «pedazo de higo», pero
vivi dangunus mesteris «vive de algunos menesteres».
d) El prefijo des- procedente de ex- + vocal, excepto cuando designa al ex- con sentido de
“algo que ha sido y ha dejarlo de serlo” (esalcardi «ex-alcalde»): desamin «examen», desaherau
«exagerado», desimilsi «eximirse».
e) Todos los monosílabos, excepto la preposición de en los casos que se ha visto, que
empiecen por d-: dies «diez», dos «dos», dau «dado», deu «dedo», dai «dad», dios «dios».
f) Delante de diptongo. V. gr.: aduana «aduana», condiós «adiós», hudaicu «judaico». No
17 Sobre la escritura de la preposición de ver § 100.
~ 17 ~
obstante, la d intervocálica seguida de diptongo comenzado por i —di— palatiza, en
contadas ocasiones, a y18: V. gr.: meyudia «mediodía», estuyu «estudio», inrayal «irradiar»,
remeyu «remedio», heyondu «hediondo».
g) Palabras compuestas por prefijación donde la original llevase d inicial: redoblón «borde del
tejado» (de doblón), adutrinal «adoctrinar» (dutrina «doctrina»), supidotau «superdotado» (de
dotau «dotado»).
h) Palabras de uso más culto o técnico tales como adiposi «adiposis», ipidulia «hiperdulía»,
redentol «redentor».
El uso de F y H
24. La letra efi siempre representa el fonema fricativo labiodental sordo /f/ y la letra hachi
siempre el fonema fricativo laringal sordo /h/. Sólo ocupan posición explosiva y pueden formar
los grupos fr y hr y la f además puede crear el grupo fl: frauta «flauta», ehraciau «desgraciado»,
reflán «refrán». El problema que representan es que hay palabras en las que se vacila sobre si se
escriben con f- o con h- inicial, por proceder de una antigua f- inicial latina que sufrió un
proceso de aspiración y que aún hoy pervive, incluso en palabras que, por analogía, se han
aspirado, como huenti «fuente» o hunción «función».
25. Por norma general se escribe:
a) Con f inicial y media las palabras derivadas de f(f) y ph latinas o de otros idiomas, así como
la procedente de los grupos -sb-, -sv-, -bv-19: difici «difícil» (lat. difficilis), filusofia «filosofía»
(lat. philosophia), fubu «fútbol» (ingl. football), ficha «ficha» (fr. fiche), defalagaol «derrochador»,
defán «desván», ófiu «obvio».
b) Con h inicial y media todas las palabras que llevaran:
• f latina aspirada: herreti «aguijón», dehormal «deformar».
• g latina aspirada, procedente de una x medieval: alhiva «encía» (lat. gingivam), helmanu
«hermano» (lat. germanum), hielnu «yerno» (lat. generem), helal «helar» (lat. gelare).
• s y c/ç (fonema / /) explosivas aspiradas: hangri «sangre», harmientu «sarmiento», hulcu
«surco», hachu «sacho», hincha «cincha», prehisu «preciso», rehistil «resistir», prehenti
«presente».
• una g ante e e i: rehenerativu «regenerativo»
• una j: hira «romería» laviha «clavija», hechal «echar».
• algún grupo de aspiración a inicio de sílaba ante de las consonantes b, d, s, x y el
grupo -sg-: ahural «abjurar», ahetivu «adjetivo», trehenéticu «trasgenético», eheneral «exgeneral
», eharral «desgarrar, romper».
En los casos de duda sobre f o h en su posición inicial aplíquense estas reglas.
26. Llevan f- inicial:
a) Las palabras con los grupos fr, fl y fi más vocal. V. gr.: frol «flor», flama «llama», fiesta
«fiesta». Excepción a éste último grupo son hierru «hierro» y hienda «hendidura» y aquellas
formas conjugadas de los verbos heel, helal, hendel, heril, hervil y herral con diptongo radical:
hiea, hielin, hiendu, hieri, hiervi, hierris.
b) Las palabras que estén formadas por los elementos compositivos filu-, farma(cu)-, fagu-,
falanh-, falu-, fenu-, filtr-, fisic-, fisiu-, fitu-, fobi-, fonu-, fofor-, (a)fotu- y demás cuyo origen se
remonten al griego excepto pantasma, pantaruha y pantasia y sus derivados. Así filusofia
«filosofía», farmaculogu «farmacólogo», fagucitu «fagocito», falanhista «falangista», falucracia
18 Vid. en este mismo capítulo § 38 y siguientes sobre el uso de ll e y.
19 Vid. nota 10.
~ 18 ~
«falocracia», fenóminu «fenómeno», filtración «filtración», fisiuterapia «fisioterapia», fitulohia
«fitología», fóbicu «fóbico», fonuteca «fonoteca», foforitu «fosforito», fotucópia «fotocopia».
c) Palabras que en su origen comenzaban por f- latina y que nunca resultaron aspiradas en
Extremadura: fición «ficción», fúria «furia» o fosi «fósil».
d) Palabras de origen lusitano como afechal «cerrar», fural «indagar» o fárria «farra».
e) Dadas dos palabras de origen luso o leonés cuya pronunciación vacila entre una f y una h
inicial, es preferible que la escritura conserve el rasgo occidental y mantenga la f- inicial.
V. gr.: fogariña «ardor en la boca», feitiu «aspecto», fuguera «hoguera», aunque también son
correctas hogariña, heitiu y huguera.
27. Aun dudando sobre si se escribe con f o con h por pronunciarse las dos formas, téngase
en cuenta los siguientes puntos:
a) La aspiración de f inicial es más propia del extremeño que del portugués o castellano
actual.
b) Si otras palabras derivadas de la misma forma se escriben con h y no con f, aun siendo
palabras de nueva generación, escríbase con h. V. gr.: humal, humeteu/humihu, humeta
«fumar», «acción y efecto de fumar», «fumeta» y no *fumal, *fumeteu o *fumeta, pues
existen palabras como humeru «humero», humarera «humareda», humu «humo», ahumau
«ahumado», etc. Pero, falanti «hablante», falau «hablado», falal «hablar» de fala «habla»
frente a habranti, habrau y habral de habra, con el mismo significado.
El uso de G
28. La letra gui siempre representa el fonema oclusivo velar sonoro de /g/ delante de las
vocales a, o y u y de las consonantes l y r como en las palabras abangal «combar», gocha
«izquierda», gustu «gusto», gladiaol «gladiador» o grória «gloria». En la palabra siempre ocupa
posición explosiva.
29. Su etimología es muy dispar, procediendo generalmente de la g latina o de la sonorización
de una c intervocálica, pero también procede de un apoyo consonántico para facilitar la
articulación del diptongo ue- o bue- (vue-) en güe- o de ciertas palabras que en otras lenguas
romances llevan o- inicial en extremeño lo hacen en go-/gu-.
30. Adviértase que en extremeño existe el grupo gu como en las demás lenguas romances para
representar el fonema /g/ delante de e e i. V. gr.: gargueru «garganta» o guisopu «hisopo». De ahí
que en las ocasiones en que la u deje de formar parte del dígrafo y se convierta en vocal, se
señalice ese cambio con dos puntos (¨), signo de diéresis, escribiendo güe y güi: así güelu «vuelo» y
güisqui.
Para no confundir su uso con el castellano téngase en cuenta el siguiente cuadro:
31. Se escribe con g-:
a) Los verbos gorvel «volver», golel «oler» y sus compuestos y derivados. V. gr.: regorvel
«revolver», degorvel «devolver», güerta «vuelta», golienda «curiosidad», goleora «cotilla».
b) Los sustantivos (a)golol «olor», gómitu «vómito», golivu «olivo», guisopu «hisopo», gurupel
«oropel» y gurupéndula «oropéndola» y sus derivados y compuestos. V. gr.: golilla «husma»,
gomitona «vomitona», gomital «vomitar», golival «olivar», guisopazu «golpe dado con el
hisopo».
~ 19 ~
32. Se escribe con gü:
a) Las palabras derivadas de o tónica inicial latina que diptongó: güevu «huevo», güespi
«huésped», güesu «hueso», güerta «huerta o vuelta», güebra «huebra». Excepción es buecu
«hueco».
b) Las palabras güenu «bueno» y agüelu «abuelo», pero no vuestru «vuestro», ni cibueña
«cigüeña».
c) Las palabras pergüétanu «peruétano» y cirgüela «ciruela» y sus derivados pergüetaneru
«peruétano» y cirgüeleru «ciruelo»
El uso de L, R y RR
33. Las dos primeras letras causan numerosos problemas ya que con frecuencia se
confunden, a pesar de representar fonemas distintos (l representa el fonema lateral alveolar
sonoro /l/ y r los fonemas vibrante múltiple /rr/ y vibrante simple /r/), unidos por su punto de
articulación. Su principal característica es que junto a la n (m) y la s constituyen las únicas letras
posibles a final de sílaba. V. gr.: albeliá «habilidad», cartu «cartones de las cajas de cerillas», vicial
«abonar». Estas consonantes se caracterizan además por ir tras otra (líquidas). V. gr.: plau
«prado», trecientus «trescientos», graná «granada».
34. Téngase muy en cuenta que:
a) Se tiende al rotacismo en posición interna: carváriu «calvario», arguin «alguien», sartu
«salto».
b) Se tiende al lambdacismo en posición final y delante de ce, ci, h, n y m: carcañal
«calcañar», ehelcel «ejercer», comélciu «comercio», ulhéncia «urgencia», calni «carne»,
almáriu «armario».
El conocimiento de la palabra original extremeña será lo fundamental en la escritura a la
hora de diferenciarlas. No obstante estas son algunas normas orientativas a cerca de su uso.
35. Se escribe con l:
a) Todas palabras que empiecen por al- procedentes del artículo árabe al-, del prefijo latino
ad- y sus alomorfos y las palabras extremeñizadas que por analogía así son pronunciadas a
su inicio. V. gr.: alcendel «encender» (lat. accendere), alvertil «advertir» (lat. aduertere), alcardi
«alcalde» (ár. alqádi), alquitán «alquitrán» (ár. alqitrán), alpaca «paca», alvellana «avellana»,
albolaga «aulaga», albeliá «habilidad». Excepción: armacén.
b) A final de palabra, nunca con r o sin nada20, las palabras acabadas en -al, -el, -il, -ol y -ul.
V. gr.: forrahal «campo de forraje», enhuleral «encovar», acontecel «acontecer», hovenil
«juvenil», friyil «freír», crarol «claror», dotol «doctor», ataul «ataud»21. Si la palabra es llana
obligatoriamente carece de -l final, ya que su plural así lo marca. V. gr.: carci «cárcel» (pl.
las carcis), difici «difícil» (pl. dificis), mobi «móvil» (pl. los mobis).
20 La -l a final de palabra en muchas zonas de Extremadura no se pronuncia, pero eso no afecta a la escritura,
excepto cuando la palabra es llana.
21 En algunas zonas de la Alta Extremadura existe una tendencia a hacer las palabras acabadas en -tú,
procedentes de -tutem, en -tul sólo en singular, v. gr.: vertul «virtud», hoventul «juventud», atitul «actitud/aptitud».
En la forma escrita, no obstante se recomienda la forma sin l, ya que las dentales finales en extremeño se
pierden: vertú, hoventú, atitú.
~ 20 ~
c) Por lo general, ante la consonante n, h y s22 y ante g en la terminación -algu23 procedente
del latín -aticum. V. gr.: etelnu «carne», vilhin «virgen», velsu «verso», novialgu «noviazgo»,
mayoralgu «mayorazgo».
36. Se escribe con r:
a) A principio de palabra y tras las consonantes l, n y s para representar el sonido vibrante
fuerte: riu «río», rehimin «régimen», reñosu «roñoso», palral «hablar», pilralsi «pirrarse»,
enrabalsi «entretenerse», honra «honra», esrabillau «desriñonado», posromanticista
«posromanticista».
b) Las palabras brancu «blanco», brandu «blando», brusa «blusa» y sus derivados. V. gr.:
brancúciu «blancuzco», brancura «blancura», embranquecel «emblanquecer», abrandal
«ablandar», brusón «blusón».
c) Los adjetivos verbales acabados en -abri e -ibri. V. gr.: eificabri «edificable», inconfundibri
«inconfundible».
d) Las palabras empezadas por cr- craru, crasi, cravel, cravu, cruecu («claro», «clase», «clavel»,
«clavo» y «clueco» respectivamente) y todos sus derivados. V. gr.: crariá «claridad», crásicu
«clásico», encraval «clavar», cruequeu «cloqueo».
e) Las palabras empezadas por fr- frauta, frecha, frema, frol, frotal, fruyil («flauta», «flecha»,
«flema», «flor», «flotar» y «fluir» respectivamente) y sus derivados. V. gr.: frautista
«flautista», frechaol «flechador», fremón «flemón», afrorecel «florecer», fruyiu «fluído».
f) Las palabras grória y regra y sus derivados. V. gr.: groriosu «glorioso», grorifical «glorificar»,
regramentáriu «reglamentario», arregral «arreglar».
g) Las palabras empezadas por pr- prazel «placer», pran «plan», pranta «planta», prata «plata»,
práticu «plástico», pratu «plato», praya «playa», praça «plaza», prenu «pleno», priegu «pliego»,
promu «plomo», pruma «pluma» y sus derivados. V. gr.: prazenteru «placentero», praneal
«planear», prantiu «plantío», prateau «plateado», pratificau «plastificado», prayeru «playero»,
praçuela «plazoleta», prenitú «plenitud», despriegal «desplegar», promeria «plomería», emprumal
«emplumar».
h) Por lo general, a final de la penúltima sílaba si la última acaba por l. V. gr.: sarval «salvar»,
verbal, engorvel «envolver», fartal «faltar». Excepciones son los verbos en -elval24 como reselval
«reservar» o conselval «conservar».
37. Se escribe con rr:
a) Entre dos vocales para representar el sonido vibrante fuerte. V. gr: farrungal
«descomponer», harreu «arreo», córrigu «corriente de agua».
b) En palabras derivadas y compuestas cuyo sufijo o primer elemento es acabado en vocal, se
reduplica la r: V. gr.: surrayal «subrayar», arrascal «rascar», rompirraha «campechano».
El uso de Ll e Y
38. El dígrafo ll representa los fonemas lateral palatal sonoro de / / en palabras como llaris
«llar» o enllenal «llenar»; La y, en cambio, el fonema consonántico fricativo palatal sonoro /y/ en
palabras como yunta, meyudia «mediodía» o alyacenti «adyacente». La ll por el fenómeno del
yeísmo consta de dos pronunciaciones según los hablantes. La forma más extendida es la yeísta,
aunque por motivos etimológicos se haya de escribir con ll. Puesto que existe conflicto entre
ambas letras, pues para la mayoría de los hablantes suenan igual, síganse estas normas
orientativas:
22 Vid. § 6e.
23 Las formas en -ahu son típicamente andaluzas, por lo que se consideran incorrectas.
24 Vid. § 16.
~ 21 ~
39. Se escribe con ll:
a) Siendo inicial, las palabras llamal «llamar», llantu «llanto», llavi «llave», llenu «lleno», lleval
«llevar», lloral «llorar» y llovel «llover» y todos sus derivados por proceder de la palatización
de los grupos iniciales latinos cl- y pl-. Se consideran excepciones chanu «llano; suelo», chana
«llana», chegal «llegar», lancha «lancha, piedra», laviha «clavija» y todos los derivados.
b) Las palabras acabadas en -illa, -illu, -ulla (excepto aleluya y los verbos en -uyil, cuya, tuya,
suya), -ullu (excepto los verbos en -uyil, cuyu «cuyo», tuyu «tuyo» y suyu «suyo»). V. gr.: ruilla
«rodilla», monazillu «monaguillo», margulla «sumerja», casullu «casilla».
c) Los verbos en -illal, -ullal, -ullil. V. gr.: empestillal «atrapar», rebullil «remover», ahullal
«aúllar». Excepciones son descuyal «descuidar», estuyal «estudiar», ahuyil «huir», fruyil «fluir»
y acuyil «acudir».
40. Se escribe con y:
a) Las palabras procedentes de j medieval que conservan la palatización: tartaya «tartaja»,
rebotayu «rebojo», gayu «gajo», pingayu «pingajo».
b) Seguida de los prefijos al-, dis- y su-. V. gr.: alyacenti «adyacente», disyuntiva, suyacenti
«subyacente».
c) Las palabras acabadas en -yeutu, sus derivados y -yeción. V. gr.: proyeutu «proyecto», trayeutu
«trayecto» o ayeción «abyección». Excepción es endición «inyección».
d) Ciertas palabras derivadas del conjunto di-25 + vocal. V. gr.: remeyu «remedio», estuyal
«estudiar», heyondu «hediondo», meyu «medio». Se unen a esta norma el gerundio de los
verbos en -uil, -eel y -eyel: costruyendu «construyendo», percuyendu «percudiendo», heyendu
«hediendo», ceyendu «cediendo», poseyendu «poseyendo».
e) Algunas formas verbales de los verbos cael «caer, derramar, regalar», creyel «creer», leyel
«leer», poseyel «poseer» y sel «ser». V. gr.: cayó, creyera, leyó, poseya «posea», seya «sea».
El uso de M y N
41. La m representa el fonema nasal bilabial sonoro /m/ mientras que la n representa el
alveolar sonoro /n/. Su principal característica es que pueden cerrar sílaba, de igual manera
que la l, la s y la r. En principio no originan mayor problema, pero es necesario establecer unas
aclaraciones sobre su uso.
a) Se escribe m delante de b y p y n delante de v. V. gr.: dambus «ambos», embarral
«enjalbegar», cumpril «agradar», enverrinchinal «infectar», convesación «conversación», envital
«invitar».
b) No se escribe m delante de n, por lo que los grupos cultos mn quedan reducidos a n. V. gr.:
coluna «columna», nemoténia «mnemotecnia», alunu «alumno», soleni «solemne».
c) Acaban en -enti y no en -menti los adverbios cuyo primer miembro termine en vocal. V. gr.:
afetivaenti «efectivamente», verdaeraenti «verdaderamente», rapiaenti «rápidamente».
d) No se escribe n delante de m en los prefijos. V. gr.: emendal «enmendar», iminenti
«inminente».
e) Se escribe n a final de palabra tras la vocal i tónica y en todas las voces latinas o
extranjeras extremeñizadas que en su origen llevaran m final. V. gr.: asín «así», marroquín
«marroquí», bisturín «bisturí», referendun «referéndum», albun «álbum», arén «harem». No
llevan -n final los adverbios aquí, allí y aí «ahí», los cuales alargan su forma con el sufijo
enfático -na: aquina «aquí mismo», allina «allí mismo», aina «ahí mismo». No llevan -n final
25 Grupo fricativa dental sonora + yod.
~ 22 ~
ni sufijo enfático los adverbios derivados de aquellos: veleí «he ahí», velequí «he aquí», velellí
«he allí».
El uso de S
42. La letra s representa dos sonidos según su posición. En posición explosiva representa el
fonema fricativo alveolar sordo /s/ en palabras como selvíciu «servicio» o alfeisán «alubia». En
cambio, cerrando sílaba, representa en la mayor parte de los casos26 la aspiración débil de mesmu
«mismo», rescucialsi «atildarse» o lus «luz».
43. A comienzo de sílaba no supone mayor problema27, pero, sin embargo, cerrándola
ocasiona numerosos conflictos, ya que su etimología es muy dispar, procediendo de letras tales
como la s, z, c, x, etc., normales en esta posición en otras lenguas y dialectos romances. Los
efectos fonéticos que ocasiona la aspiración de tales sonidos son numerosos y hay algunos que se
ven reflejados en la escritura y otros no. Por ejemplo, de la aspiración de s + g surge un nuevo
sonido /h/ en palabras como eharral «esputar» (de es- y garra), pero esto no ocurre con todas las
palabras: esgalaçal «destrozar». La única norma que rige en este tipo de casos es el del estado de
evolución de una palabra: eharral está en un estadio superior a esgalaçal porque muestra un nuevo
sonido. Otras palabras, en cambio, pierden esta aspiración como en citelna «cisterna», opital
«hospital», pitachu «pistacho» o pitu «pisto».
A pesar de la problemática que existe con esta letra a final de sílaba, símbolo de la aspiración
débil, existen algunos principios según los cuales es posible regular su uso.
44. Se escribe con s a final de sílaba:
a) Delante de todas las consonantes, excepto c/ç (/θ/), f, h y s. V. gr.: ascapi «a escape»,
eschangau «estropeado», asoslai «de soslayo», esmiahal «desmigar», esnatau «desnatado»,
ispertal «despertar», pelitasqui «pergeño», israelín «israelí», astratu «regaliz», disyuntivu
«disyuntivo». En numerosas palabras la aspiración delante de b, d, g y v no ha dado lugar a
nuevos sonidos. V. gr.: esborral «borrar», esguadramillal «desvencijar», desverihau «flojo».
Otros han dado lugar a dudosos dígrafos: esbalagal y efalagal «derrochar», esgalichau y
ehalichau «desgalichado». En ese caso se aconseja la segunda escritura.
b) A final de palabra formando el plural regular. V. gr.: coloraus «rojos», crús «crudos», nochis
«noches», los izionárius «los diccionarios», los sus ordenaoris «sus ordenadores».
c) Palabras de singular acabado en aspiración cuyo plural sea -sis o -zis28. V. gr.: dios-diosis
«dios-dioses», martés-martesis «maleante-maleantes», pas-pazis «paz-paces», nues-nuezis
«nuez-nueces».
d) Otras palabras acabadas en aspiración. V. gr.: menus «menos», empinarrabus «alzacola»,
aluspués «después». Los adverbios como sempri «siempre», cuanti «cuanto», quiziá «quizás»,
mientra «mientras» o altonci «entonces» permiten la adición de una s final —sempris, cuantis,
quiziás, mientras, altoncis—, aunque se recomiendan las formas sin s.
26 En numerosas ocasiones, por fonética sintáctica, la -s final etimológica de algunas palabras se tiende a unir
con la palabra siguiente si esta empieza por vocal, pronunciándose no con aspiración, sino como s a principio
de sílaba. Esta pronunciación de la s a final de palabra es un vestigio de su antiguo sonido y se conserva
lexicalizado en determinados sintagmas. V. gr.: dos_años (pronunciado ['do 'sañ h], las_enaguas (pronunciado [la
se'na w h], las mis_ohas «mis hojas» (pronunciado [l h 'mi 'soh h]).
27 Únicamente hay que tener en cuenta que la s a principio de sílaba en ocasiones procede de otras letras
como la z o la x. V. gr.: safal «zafar», desamin «examen», senufobia «xenofobia», silgueru «jilguero».
28 Las palabras con plural en -zis permiten un singular en -zi, v. gr.: pazi «paz», felizi «feliz», vezi «vez».
~ 23 ~
45. A pesar de no pronunciarse en ciertas ocasiones la -s a final de palabra, ora por el
contexto en el que se halle (delante de las letras f, h o c/ç, ensordeciendo a las consonantes b, g o
d o en posición final absoluta), ora por el hablante, quien según las zonas tiende a eliminar la
aspiración a favor de un desdoblamiento vocálico, en la escritura ha de escribirse siempre. V.
gr.: Los mis higuinus «mis higos», las pebas las granás «las pipas de las granadas».
46. No se escribe s:
a) Delante de las consonantes c/ç (fonema /I/), f y h . V. gr.: acetu «excepto», eçaleal «estropear»,
efera «esfera», dehuaci «desguace».
b) Sustituyendo el primer miembro de los grupos cultos -bt-, -bv-, -ct- (-cc-), -gn-, -pt- (-pc-) ya que
estos grupos en unas ocasiones simplifican en -t-, -v- (-f-), -t-, -n- y -t- respectivamente o
diptongan en u o en i29. La pronunciación castellanizada que tiende a aspirar el primer
elemento de estos grupos origina problemas en su escritura. V. gr.: otenel «obtener» y no
*ostenel, suvención «subvención» y no *susvención, ófiu «obvio» y no *ósviu, atol/ación
«actor»/«acción» y no *astol ni *asción, inoranti «ignorante» y no *isnoranti, otal/oción
«optar»/«opción» y no *ostal ni *osción, caraiti y no *carasti, ni *carati, dialeutu y no *dialestu.
c) A final de palabra, por lo general, cuando esta es llana o esdrújula. V. gr.: brindi «brindis»,
sintasi «sintaxis», Peri «Pérez», Aristótili «Aristóteles», hénisi «génesis». El plural se forma
regularmente añadiendo s: las sintasis, los Peris, las hénisis.
El uso de Z
47. Aunque en extremeño tan sólo tenga una función, la de representar el fonema fricativo
interdental sonoro / /, por ser uno de los fonemas característicos de esta lengua, es preciso
hacer unas indicaciones de cuáles son las palabras que han de escribirse con tal letra. Su origen
es medieval, donde también era escrito con z y tenía un carácter sonoro /ds/, frente a c y ç que
era sordo /ts/: praça frente a vizinu. El extremeño ha conservado esta oposición sonora/sorda,
aunque los sonidos hayan evolucionado, de ahí que también emplee las mismas grafías
medievales, como también hace el portugués, donde asimismo existe esa oposición: praça, vizinho.
Para saber con propiedad las ocasiones en que está presente este sonido, síganse las siguientes
orientaciones:
48. Se escriben con z:
a) Los verbos en -izal , excepto pesquiçal, así como los sustantivos y adjetivos derivados de
estos verbos. V. gr.: caraiterizal «caracterizar», endenizal «indemnizar», maisimizal
«maximizar», solenizal «solemnizar», caraiterización «caracterización», endenización
«indemnización», maisimización «maximización», solenizau «solemnizado».
b) Los plurales de los sustantivos y adjetivos acabados en -s. V. gr.: pezis «peces» (de pes),
almirezis «almireces» (de almirés), capatazis «capataces» (de capatás), felizis «felices» (de felís),
atrozis «atroces» (de atrós).
c) Las palabras acabadas en -azu, -eza, -izu y -uzu. V. gr.: zambarcazu «batacazo», chinatazu
«chinazo», chocazu «choque», belleza, naturaleza, tristeza, lloviizu «llovedizo», pedrizu
«pedregal», lampuzu «goloso», campuzu «campesino».
d) Las palabras con el afijo -z-, presente en numerosos apreciativos y palabras derivadas por
sufijación. V. gr.: airezinu «airecillo», mesezinu «mesito», pezezinu «pececito», aramesmizitu
«ya», branquezinu «blanquecino», mortanzinu «mortecino», monazillu «monaguillo».
29 Vid. § 60.
~ 24 ~
e) Las palabras que lleven la raíz *zank- «pierna, pie», zo- y -zó «vida» y las derivadas de la
onomatopeya zum. V. gr.: zancu «pie», zancahu «talón», zangueru «bastón», zangandumbu
«zangandungo», zofília «zoofilia», protuzó «protozoo», zumbal «zumbar», zumbaeru
«zumbido constante».
f) Las palabras derivadas de lus «luz», cozel «cocer», azeiti «aceite» y azi «vinagre, ácido». V.
gr.: luzil «lucir», Lúzia «Lucia», reluzienti «reluciente», luzá «deslumbramiento», cozina
«cocina», rescoziu «resentido», cozineru «cocinero», azeital «aceitar», azetuna «aceituna»,
azitera «aceitera», azealsi «acearse», áziu «ácido; donaire».
g) Los verbos izil, hazel y sus compuestos. V. gr.: bendizil «bendecir», contradizil «contradecir»,
predizil «predecir», contrahazel «contrahacer», ehazel «deshacer», arrehazelsi «apartarse».
h) Las bisílabos poseyentes de -i etimológica cozi «coz», hazi «haz», hozi «hoz», vezi «vez», vozi
«voz».
i) Los numerales onzi «once», dozi «doce», trezi «trece», catozi «catorce», quinzi «quince» y sus
derivados: onziavu «onceavo», dozena «docena», quinzeñu «quinceañero».
Otras palabras que también llevan z son: alabarzón «barzón», alhazena «alacena», arzilla
«arcilla», arzolla «arzolla», azahal «azahar», azal «azar», azebu «acebo», azeru «acero;
cortafuegos», azul «azul», berezu «brezo», bezerru «becerro», bocezu «bostezo», cizaña «cizaña»,
desazón «desazón», empazinalsi «hartarse de beber», enzina «encina», estenazas «tenaza», gozu
«gozo», hazera «acera», horizonti «horizonte», matahogazu «ahogo», neseziá «necesidad», ogañazu
«antaño», quiziá «quizás», razón «razón», rezal «rezar», rezeta «receta», réziu «recio», roziu «rocío»,
vizinu «vecino», zagal «chaval», zeniza «ceniza», zereza «cereza», zimbra «cimbra», zorrera
«humazo», zorru «zorro», zorzal «zorzal» y zurdu «zurdo».
EL USO DE LAS VOCALES
A falta de principios fonéticos y morfológicos hasta el momento capaces de regular la forma
de las palabras, se cree conveniente hacer un apartado en esta ortografía donde tratar algunos
de los más relevantes aspectos del vocalismo que afectan directamente a la ortografía,
principalmente en la morfología verbal y compositiva.
ESCRITURA DE LA APOFONÍA
49. La apofonía es un término fonético que hace referencia al cambio de timbre vocálico
debido a ciertos factores. V. gr: víbura «víbora», títari «títere», endústria «industria», escurricil
«escurrir». Como muchos de los fenómenos fonéticos, la apofonía tiene su representación
gráfica que se manifiesta en la variación de una vocal, principalmente e e o, según la posición del
acento y según armonía vocálica, a i e u respectivamente. A continuación se expondrán algunos
de los principios más fundamentales que se han de tener en cuenta en extremeño.
~ 25 ~
La apofonía postónica
50. La apofonía postónica es uno de los fenómenos más representativos del extremeño, ya que
regula la abertura vocálica tras la sílaba acentuada.
51. Según la apofonía postónica, por lo general, no existen vocales de timbre medio tras la
sílaba acentuada, por lo que tan sólo van a escribirse a, i e u tras el acento fónico. V. gr.: albéitari
«albéitar», sacrifíciu «sacrificio», recuéncanu «recoveco», Aristótili «Aristóteles», aborihin «aborigen»
propíncu «propincuo», hénisi «génesis», párracu «párroco».
No obstante, algunas pocas palabras no respetan esta norma como pómpora «pompa», estrébedis
«trébede», sopílfora «mala pécora» o ciertas interjecciones amos! «¡vamos!; ¡hola!», acho «por
favor», coile! «¡concho!».
La apofonía pretónica verbal
52. Un caso especial de apofonía alternante donde convergen los fenómenos de acentuación y
asimilación es el que ocurre en la morfología verbal, llamado apofonía pretónica verbal.
53. Muchos de los verbos de la 2.ª y 3.ª conjugación que presentan una e radical primaria30 en
la última sílaba de la raíz, cuando la desinencia posee i o ie tónicos, la e se asimila a i. La
desinencia es i o ie tónicos en:
a) El infinitivo de la 3.ª conjugación. V. gr.: escurricil «escurrir» (forma radical primaria
escurrec-), cilnil «cernir» (f. r. p. celn-), hinchil «henchir» (f. r. p. hench-).
b) El participio de ambas conjugaciones. V. gr.: escurriciu «escurrido», cilniu «cernido», hinchiu
«henchido», esmericiu «merecido», sustiniu «sostenido». El gerundio en ambas conjugaciones
es en -iendu: escurriciendu «escurriendo», cilniendu «cerniendo», hinchiendu «hinchiendo»,
esmericiendu «mereciendo».
c) Todas las formas de imperfecto de indicativo de ambas conjugaciones. V. gr: escurricia
«escurría», cilniamus «cerníamos», hinchian «henchían», esmericia «merecía», sustiníais
«sosteníais».
d) Todas las formas de perfecto e imperativo en ambas conjugaciones, v. gr.: escurricí «escurrí;
escurrid», cilnisti «cerniste», hinchimus «henchimos», esmericierun «merecido», escurrici
«escurre».
54. Este fenómeno es sistemático en los verbos en -ecel como compaecel «compadecer», encruecel
«encrudecer», emuecel «enmudecer», obeecel «obedecer» o paecel «padecer».
30 Se considera forma radical primaria de un verbo aquella de la que derivan las otras formas radicales, v. gr.:
en el verbo tener son primarias ten- (tenemus «tenemos») y tuv- (tuvisti «tuviste»), mientras que tend- (tendrie
«tendría») y teng- (tenga) son secundarias derivadas de ten-.
~ 26 ~
Apofonía de los prefijos en-/in- y des-/dis-31
55. Estos prefijos causan numerosos problemas en la escritura, ya que se vacila en su
pronunciación y no existe, además de razones fonéticas de asimilación o disimilación, una regla
que determine unos prefijos u otros según un criterio.
56. El prefijo en- significa propiamente “en”, pero en algunos casos muestra un alomorfo in-;
En cambio, por otro lado, el prefijo in- significa propiamente “no”, pero en ocasiones muestra
un alomorfo en-. De esta manera los prefijos se confunden entre ellos en forma, pero no en
significado.
Algo similar ocurre entre des-/dis-. El prefijo des-, uno de los más usados en extremeño, posee
numerosos significados, frente a dis- que tan sólo significa negación o diferencia. Uno de los
alomorfos de des- es dis- y viceversa, por lo que también producen confusión.
57. Para no tener mayores problemas, ténganse en cuenta estas orientaciones:
a) El extremeño tiende a los alomorfos en- y des- (es-). Se escribe, por lo general, con en- y des-
(es-, e-) si la siguiente sílaba contiene e, i o u, v. gr.: encebical «enviciar», enhilal «enhebrar;
dirigirse», impresa «empresa», endical «indicar», endividual «individual», endústria «industria»,
encurtu «inculto», destinguil «distinguir», develsión «diversión», estripal «espachurrar», escumbral
«escombrar», espuntal «expulsar».
b) Se escribe, con in- si la siguiente sílaba contiene ie, v. gr.: intierru «entierro», inhiestu
«enhiesto».
c) Se escribe con is- el verbo ispiertal «despertar» y con dis- las palabras dispertaol
«despertador», dispensa «despensa», dispáciu «despacio» y dispués «después».
Fusión vocálica del prefijo re-
58. El prefijo re-, independientemente del significado que aporte al contenido semántico, al
unirse a una palabra comenzada por vocal, la e desaparece. Así se escribirá ralcuentralsi y no
*realcuentralsi «reencontrarse», rescritura y no *reescritura, rolganizal y no *reolganizal «reorganizar» o
runión en lugar de *reunión.
Ortografía de los elementos compositivos prefijados
59. En extremeño los elementos compositivos de origen grecolatino32 cierran su vocal final
como si de una palabra independiente se tratara. Así sicufisiulóhicu y no *sicofisiolóhicu.
Este hecho es un fenómeno de la composición extremeña donde los distintos términos que
forma el compuesto son interpretados en el vocalismo como palabras independientes:
padrimuestru «padrenuestro», ohurrana «persona de ojos saltones», entrichambal «intercambiar»,
ahuporru «ajo puerro».
31 Entiéndanse también los alófonos de éstos es- e is-.
32 Vid. Apéndice de los principales elementos compositivos prefijados.
~ 27 ~
Este tipo de compuestos, si son sustantivos, cuentan además con la particularidad de ser en su
práctica totalidad llanos: demucracia «democracia», idruterapia «hidroterapia», endugamia
«endogamia», quilumetru «kilómetro».
Escritura de los grupos cultos
60. Se incluye en la sección vocálica porque en extremeño no existen grupos cultos
consonánticos derivados del latín, sino que en mayor o menor medida se encuentran
vocalizados. Un vicio moderno, sin duda por influjo castellano, ha sido el de aspirar estos grupos
cultos: una palabra como dotora es incorrectamente pronunciada [d ht'thora]. Una excepción es
trastol «tractor» y sus derivados. El extremeño muestra dos pronunciaciones de los grupos cultos,
una acorde al leonés y otra que enlaza con el portugués, gallego y castellano antiguo.
a) Se considera un rasgo leonés la vocalización del primer miembro del grupo culto, ora en
i como en caraiti «carácter» o lición de *leición «lección», ora en u como en dialeutu
«dialecto» o bautitériu «baptisterio».
b) Herencia de la pronunciación antigua es la eliminación directa del primer miembro del
grupo culto: ación «acción», drogaditu «drogadicto», atol «actor», enulohia «etnología».
Tanto la una como la otra son correctas en extremeño, aunque siempre que fuera posible, se
recomienda la solución leonesa: espeutu «aspecto», mejor que espetu.
La copulación i
61. La copulación coordinada por excelencia en extremeño es i. Su etimología es et, de ahí su
ortografía, como ocurre en catalán «i» o en portugués «e». Hay que señalar que la copulación i
no alterna con otro alomorfo para evitar cacofonías, como ocurre en castellano, sino que se
emplea siempre i independientemente del sonido con que empiece la palabra siguiente. V. gr.:
Vai an cá Miliana i ili asi tini una miaha d’açuca i una poca e harina «Ve a casa de Emiliana y dile si
tiene un poco azúcar y un poco harina».
El uso de otras letras
62. Otras letras pueden aparecer con frecuencia en un texto extremeño sin estar incluidas en
el alfabeto. Se trata de letras como j, k, w o x. Estas letras nada más son empleadas en voces
extranjeras como José, kit, windsurf, Xingú o en aquellas abreviaturas de carácter científico y del
sistema métrico decimal adoptadas internacionalmente como km (por quilumetru «kilómetro»), kg
(por quilugramu «kilogramo»), W (por vátiu «vatio» u Oesti «Oeste») o Zm (por micrumetru
«micrómetro»).
Además es posible que letras incluidas en nuestro alfabeto sean empleadas con sonido
diferente al que le es propio en extremeño. V. gr.: tour, giro, Sheila, Nietzsche.
63. Aquellas palabras de origen extranjero que no estén extremeñizadas se han de
escribir respetando la grafía original y señalando su carácter foráneo a través de la letra cursiva
o de las comillas. Los nombres propios no precisan ser señalados mediante cursiva o comillas. V.
~ 28 ~
gr.: Anthony, Kiev, Sitges, Donosti. En cambio, aquellas palabras que han experimentado una
extremeñización han de respetar nuestra ortografía como si de una palabra extremeña más se
tratara. V. gr.: Londri «Londres», Pequín «Pekín», Poloña «Polonia», Alemaña «Alemania», Tuni
«Túnez», Méhicu «México».
~ 29 ~
CAPÍTULO III
MAYÚSCULAS Y MINÚSCULAS
Las mayúsculas33, generalidades
64. Mayúscula es la letra que posee un tamaño y una forma distinta de la minúscula. Por
norma general, se escribe en minúscula, excepto en los casos que prosiguen, en los que es
obligado el uso de mayúscula. En ningún caso se permite la escritura de una palabra con
minúsculas y mayúsculas distinta del uso que aquí se da34, v. gr.: *aNDabA sacáNdusI el CaLné.
65. Los principios generales son:
a) Normalmente, la mayúscula de la letra i no llevan punto arriba. V. gr.: VINI, VIDI,
VENCI.
b) A efectos acentuales, las mayúsculas se comportan igual que las minúsculas, v. gr.: CASA
ALQUILÁ, MOVICIÓN LIHERA, AVRÍGÜIN PLONTU.
c) Las letras mayúsculas se usan o en la letra inicial de la palabra o en la palabra entera,
nunca en el medio de ésta o al final.
Mayúscula inicial por naturaleza
66. Hablamos de una mayúscula por naturaleza cuando la categoría de la palabra así lo
determine.
Según esa categoría o lo que la palabra designe, por regla general, lleva mayúscula en el
principio todos los nombres de las siguientes índoles:
a) Nombres de persona o nombres dados a los animales y divinidades. V. gr.: Bertol
«Bartolo», Sabel «Isabel», Afonsu «Alfonso», Usébiu «Eusebio», Rocinanti «Rocinante», Dios,
Alá, Húpiti «Júpiter». Esta regla sirve también para la adopción o escritura de nombres
propios extranjeros. V. gr.: Mohamé «Mohammed», Yósua «Joshua», Andoni, John, Mark,
Pierre.
b) Apellidos. V. gr.: Gomi «Gómez», Carmona, Himeni «Giménez», Cadi «Cádiz», Sierra, Torris
«Torres». Los apellidos que se usan para llamar a toda una familia o dinastía, cuando
lleven determinante o cambie de número, se escriben igualmente con mayúscula. V. gr.:
los Álvaris «los Álvarez», una Borbón, aquellus Antunis «aquellos Antúnez». Los apellidos que
lleven preposición delante van en mayúscula, pero la preposición no. V. gr.: Siñá de
Torriarta. Sí se escribirá la preposición con mayúscula si ésta encabeza la denominación. V.
gr.: Rui De Brancu.
c) Apodos, apelativos, sobrenombres de personajes célebres, animales, cosas o divinidades. V.
gr.: Carapán, Fraili, Toreru, el rei Sol «el Rey Sol» (para Felipe XIV), Clarín (para Leopoldo
Alas), Mesia «Mesías», Topuerosu «Todopoderoso», Criaol «Creador».
d) Los nombres de las estaciones, los meses y días de la semana. V. gr.: Ibielnu «invierno»,
33 Para ver el uso de mayúscula según la puntuación, vid. el cap. II Puntuación en la parte de macroortografía.
34 Se considera una excepción aquellos textos que lo usen con fines artísticos o publicitarios.
~ 30 ~
Vranu «veranu», Otubri «octubre», Hebreru «febrero», Húliu «julio», Lunis «lunes», Vienris
«Viernes».
e) El nombre de obras de arte como libros, esculturas, edificios, canciones, etc. V. gr.: la
Bíblia «la Biblia», el Quihoti «El Quijote», El miajón de los castúos, el Daví «el David», el
Vaticanu «el Vaticano», el Monastériu de Gualupi «el Monasterio de Guadalupe», la Pastoral.
Los títulos de libros llevan mayúscula en la primera letra del título. V.gr.: El cortesano, El
prencipinu, Novelas ejemplares.
f) Topónimos. V. gr.: Tahu «Tajo», Caçris «Cáceres», Alemaña «Alemania», Grécia «Grecia».
Si el topónimo está formado además por el artículo y el nombre propio, ambos se escriben
con mayúscula. V. gr.: Las Hurdis «Las Hurdes», La Sibéria «La Siberia», Los Pirineus «Los
Pirineos». Si el topónimo está formado por varias palabras, todas empezarán por
mayúscula excepto las conjunciones, las preposiciones y los determinantes del segundo de
los miembros. V. gr.: Vegas Bahas «Vegas Bajas», Garrovillas d’Alconeta «Garrovillas de
Alconétar», Santu Tomé i Préncipi «Santo Tomé y Príncipe». Si el topónimo procede de la
desaparición de alguna palabra del sintagma, sólo se escribe con mayúscula el nombre
propio. V. gr.: las Hilipinas «las Filipinas» (por las islas Hilipinas «las islas Filipinas»), la
Mancha (por Castilla La Mancha «Castilla-La Mancha»).
g) Nombres de estrellas, constelaciones, planetas, cometas, asteroides y otros astros. V. gr.:
Venus, Marti «Marte», Netunu «Neptuno», Ganímis «Ganímedes», las Cabrillas «las Pléyades»,
Iu «Io», Luna. Si se habla de la Luna, el Sol o la Tierra sin el sentido propio espacial, esos
nombres se han de escribir con minúscula. V. gr.: Valsal a la lus la luna «Bailar a la luz de la
luna»; Salil al sol «Salir al sol»; Las tierras bardias del chanu «Las tierras baldías del llano».
h) Nombres de fiestas religiosas y civiles. V. gr.: Naviá «Navidad», Dia la Endependéncia «Día de
la Independencia», La Calvochera, el Pilal «el Pilar», Las Estuyantinas.
i) Nombres de organizaciones, grupos, órdenes, etc., v. gr. Cartuha, Ordin d’Alcántara, Templi.
En el caso de las organizaciones y grupos, si forman siglas o acrónimos, todas las palabras
que aparezcan y formen dichas siglas o acrónimos han de llevar mayúscula en el principio.
V. gr.: Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Asociación para el Patrimonio Lingüístico Extremeño
(APLEX).
j) Nombres de instituciones, corporaciones y establecimientos. V. gr.: Estitutu d’Enseñáncia
Secundária «Instituto de Enseñanza Secundaria», Trebunalis de Caçris «Tribunales de
Cáceres», Univelsiá d’Estremaura «Universidad de Extremadura», la Alministración «La
Administración».
k) Nombres de disciplinas y asignaturas. V.gr.: Filulohia «Filología», Biulohia «Biología»,
Filusofia «Filosofía», Siculohia «Psicología».
l) Nombres de épocas, momentos históricos y periodos culturales. V. gr.: la Renacéncia «el
Renacimiento», la Eá de Hierru «la Edad de Hierro», el Sigru las Luzis «el Siglo de las
Luces», la Guerra los Cien Añus «la Guerra de los Cien Años», el Bahumpériu Romanu «el Bajo
Imperio Romano».
Mayúscula en toda la palabra
67. Hay casos en los que por necesidad es posible escribir palabras enteras con caracteres en
mayúscula, principalmente con el fin de resaltar o por su facilidad de escritura35.
De tal suerte, se permite el uso de mayúscula en toda la palabra:
a) En los títulos de libros, discos, películas y otros de esta especie en su portada, en sus partes
(capítulos, párrafos, canciones, etc.), esculturas u obras artesanales en su superficie
(inscripciones), carteles y pancartas.
35 Los trabajos sobre superficies duras como mármol, piedra, barro, etc. suponen casi ineludiblemente una
escritura con mayúsculas.
~ 31 ~
EXTREMEÑAS
de
GABRIEL Y GALÁN
ATARUGAU HUNDEAL RÍPIU
«Prohibido lanzar ripio»
b) En textos, excepcionalmente, se puede usar mayúsculas para resaltar una o varias
palabras, aunque lo más recomendable es el uso de cursiva o comillas. V. gr.: Imi TU qué
hazemus agora aquí o Imi “tu” qué hazemus agora aquí o Imi tu qué hazemus agora aquí «dime
tú qué hacemos ahora aquí».
c) En la numeración romana. V. gr.: sigru XXI «siglo XXI», Hilipi el IV «Felipe IV». No
obstante, algunos impresores usan minúsculas para la numeración de las páginas, v. gr.:
pah. xviii «pág. xviii».
d) En acrónimos y siglas que no hayan sido sustantivados. V. gr.: OTAN, RENFE, ADN, IVA.
Pero no lasi «láser» o quasar.
e) En símbolos técnicos y científicos internacionales. V. gr.: K (potasio), Fe (hierro), Qm
(quintal métrico).
Las minúsculas
68. Las minúsculas se usan en la mayor parte del texto escrito. No obstante, hay veces en las
que existen dudas de que su uso aparece unido a otras minúsculas u otros símbolos. Tenga
especial cuidado sobre todo en:
a) Las abreviaturas36, excepto en las que se incluyan según la normativa internacional. V. gr.:
nu. (para númiru «número»), o. (para osté «usted»), sl. (para siñol «señor»), mtru. (para muestru
«nuestro»).
b) Morfemas de género o número en las abreviaturas, siglas, numerales ordinales y
numeración romana. V. gr.: sas. (para siñoras «señoras»), DVDs (para diuvidís «DVD»), 13u
(para trezenu «decimotercero»), sigru Iu e. C. «siglo I a. C».
36 Sobre las abreviaturas, vid. § 141 y 142.

~ 33 ~
CAPÍTULO IV
ACENTUACIÓN
El acento en extremeño
69. El acento es el elemento suprasegmático de la fonética que pone de relieve una sílaba. En
extremeño, el acento conlleva un incremento de la intensidad, del tono y de la cantidad. La
sílaba que lleve acento prosódico recibe el nombre de tónica, siendo átonas las que no lo lleva.
Las sílabas átonas tienden a pronunciarse rápidas, principalmente aquellas sílabas que se
encuentran inmediatamente después de la sílaba tónica (sílabas postónicas)37.
70. El acento prosódico, además, es capaz de hacer distinguir unas palabras de otras según su
posición: ahuyi/ahuyí «huye/huí», canta/cantá «canta, cantada».
71. Hay cuatro tipos de palabras dependiendo de la posición del acento. Según la sílaba que
ocupe el golpe de voz más fuerte, la palabra puede ser:
a) Oxítona o aguda. El acento prosódico cae sobre la última sílaba. V. gr.: acabihó «acabó»,
cahón «cajón», acagaçá «amedrentada».
b) Paroxítona o llana. El acento prosódico cae sobre la penúltima sílaba. V. gr.: vinilsi «venirse»,
landea «busca», chumasquin «chamusquen».
c) Proparoxítona o esdrújula. El acento cae sobre la antepenúltima sílaba. V. gr.: avicáncanu
«piojo», hólliga «huella», méndigu «mendigo».
d) Superproparoxítona o sobresdrújula. El acento prosódico principal ocupa una sílaba anterior a
la antepenúltima. Sólo se encuentra en formas verbales con pronombres enclíticos
aglutinados. V. gr.: ígamilu «dígamelo», arrempuhándusila «empujándosela», ascuchándusili
«escuchándosele».
72. Aparte se encuentran los adverbios en -(m)enti, las formas adverbiales aglutinadas del tipo
velequí, veleí, velellí y los numerales ordinales, que al no estar completo el proceso de composición,
tanto el primero como el segundo miembro38 llevan acentos independientes: verdaeraenti
[ber
a'era'enti] «verdaderamente», talmenti ['tal'me nti] «igualmente», velaila ['bela'ila] «hela ahí»,
veloquilu ['belo'kilu] «helo aquí», sesahesimuprimel [sessa' esimupri'mel] «sexagésimo primer o
primera».
El acento gráfico
73. En extremeño, en ocasiones, al acento viene marcado por una virgulilla o tilde llamada
acento agudo (´). Por norma general se usa el acento agudo en:
37 Vid. § 50 y siguientes.
38 Vid. infra § 86 y 87.
~ 34 ~
a) Cualquier sílaba tónica que sea larga por naturaleza, es decir, su cantidad no ha sido dada
por el acento (vocal final o contracciones) vustés «ustedes», picú «picudo», eçaleó «estropeó,
dañó».
b) Cualquier sílaba tónica que no sea larga por naturaleza, es decir, el acento ha impuesto la
cantidad. V. gr.: séri «serie», sintáticu «sintáctico», nacéncia «nacimiento».
El acento agudo
74. El acento agudo puede figurar en cualquier posición dentro de las cuatro últimas sílabas
de la palabra. Su uso lo rigen ciertas normas que a continuación se exponen. Llevan acento
agudo:
a) Las palabras oxítonas terminadas en sílaba abierta que no sea diptongo descendente39 ni
triptongo. V. gr.: univelsiá «universidad», escrebí «escribid», tallú «alto», calné «carné», pero
agrabau «grabado», galroteu «parloteo», desapartai «apartad», Paraguai «Paraguay».
b) Las palabras oxítonas terminadas en -n o -s no precedidas por diptongo descendente. V.
gr.: anchón «anchura», habalín «jabalí», belén, agrás «peldaño», escapás «capaz», pero arriscais
«arriesgáis».
c) Las palabras paroxítonas cuando la última sílaba es vocal larga o diptongo. V. gr.: pirámi
«pirámide», barbári «barbarie», comélciu «comercio», ulhéncia «urgencia», úrnia «urna».
d) Todas las palabras proparoxítonas y superproparoxítonas. V. gr.: cómou «cómodo», énfimu
«ínfimo», ígansilu «díganselo».
e) Palabra con acento diacrítico40. V. gr.: cá «casa (apócope)»/ca «cada».
75. Los monosílabos, por regla general, no llevan acento agudo, con excepción de:
a) Los monosílabos tónicos resultantes de síncopa y contracción. V. gr.: tó «todo», mú
«mudo», ñú «nudo», ná «nada», mó «modo», grá «grada», sé «sede». Excepción es el
adjetivo ca «cada».
b) Ciertos monosílabos tónicos que por presentar homógrafos átonos pueden llevar a
confusión41. V. gr.: él (pronombre)/el (determinante), é (verbo bel)/e (preposición).
El acento en diptongos, hiatos y triptongos
76. En extremeño existe una enorme cantidad de diptongos, hiatos y triptongos unos
etimológicos, procedentes de las vocales breves latinas (hueu «fuego», latín focum), otros
analógicos, ocurridos en la conjugación (cuertal «cortar», huegamus «jugamos») y otros derivados
de síncopas (bebíais, lat. bibitatis; crariá «claridad», lat. claritatem), todos fruto de una desarrollada
evolución.
39 Diptongo descendente es aquel compuesto por vocal abierta (a, e, o) más vocal cerrada (i, u).
40 Vid. infra § 82 y 83.
41 Vid. idem.
~ 35 ~
77. El diptongo se da en la unión de una vocal abierta (a, e, o) más una cerrada (i, u) o en la
unión de dos vocales cerradas. Las combinaciones son múltiples dando lugar al total de
diptongos extremeños42: ia, ie, íi43, ií, io, íu, ai, ei, oi, ua, ue, úi, uí, uo, úu, au, eu, ou. V. gr.: viahi
«viaje», dientista «dentista», piin «piden», pií «pedí», dios, diu «ido», acabihaistis «acabasteis», veis,
coile! «¡concho!», guapu «guapo», güeru «huero», costruin «construyen», acuí «acudí», secuoya, puu
«pudo», amau «amado», palroteu «parloteo», acomou «acomodo».
78. El triptongo se da en la unión de tres vocales, siendo la primera y la última vocales
cerradas y la central abierta o cerrada. Los principales triptongos en extremeño son: iai, iei, iiu,
uai, uei, uiu. V. gr.: enviais «enviáis», disprecieis «despreciéis», miiu «medido», guai «guay», güeis
«bueyes», ruiu «ruido».
79. El hiato se da en la separación silábica de dos vocales contiguas, es decir, cada vocal
pertenece a una sílaba distinta. V. gr.: caliá «calidad» (ca-li-á), demucracia «democracia» (de-mucra-
ci-a), agua «aguda» (a-gu-a).
80. En extremeño sólo existen cuatro reglas que rigen la acentuación de diptongos, hiatos y
triptongos.
Se acentúan:
a) Los diptongos que sean sílaba tónica de una palabra esdrújula o sobresdrújula en la vocal
abierta (a, e, o). V. gr.: huéllibra «huélliga», péinati «péinate», propiciándusilu
«propiciándoselo».
b) Los diptongos ascendentes en sílaba tónica abierta de una palabra oxítona. V. gr.: quinquiá
«quienquiera», quiziá «quizás», tuvió «tuvo».
c) El término tónico de un hiato si se encuentra en posición oxítona, proparoxítona o
superproparoxítona. V. gr.: añuó «anudó», veleí «he ahí», crariá «claridad», traúçanmilu
«tradúzcanmelo». Si el término tónico del hiato va seguido de un diptongo, aquél se
acentúa, según la regla 74c de este mismo capítulo. V. gr.: víais «veíais», salíais.
d) El diptongo homogéneo (el compuesto únicamente por vocales cerradas) que se encuentra
en posición oxítona en sílaba abierta y en posición proparoxítona. V. gr.: acuí «acudí», mií
«medí», conclúisilu «conclúyeselo».
81. Los demás diptongos que no se ciñan a las reglas anteriores, hiatos y triptongos no se
acentúan. V. gr.: amaistis «amasteis», vinia «venida», avrigüeis «averigüeis». Tampoco se acentúan
las palabras paroxítonas con diptongo homogéneo en dicha posición, v. gr.: tiinin «tienen», viini
«viene» (también tini y vini).
El acento diacrítico
82. El acento diacrítico (´) ayuda a distinguir en la escritura dos voces aparentemente iguales
que pertenecen a categorías diferentes. El acento diacrítico sólo es aplicable a monosílabos y a
ciertas formas verbales, es decir, el resto de palabras que sean de una misma forma pero
42 La mayoría de los diptongos monotímbricos monoptongan en un único sonido largo. V. gr.: sérii > séri. El
hablante es el que decide escribir de forma contracta pú, mí, séri o de forma larga puu, mii, sérii este tipo de
palabras, según estime su uso oral.
43 La tilde aguda en los diptongos homogéneos y monotímbricos responde en este caso a la vocal que es
tónica, lo que no significa que en todas las palabras se acentúe así.
~ 36 ~
significados y categorías distintas queda exento de la diferenciación por tilde diacrítica. V. gr.: él
(pron. pers.)/el (det. art.) pero no *vinía «venida» (sust.) de vinia «venía» (f. v.).
83. Existe un amplio repertorio de palabras extremeñas monosilábicas que se diferencian
nada más que por la tonicidad y la cantidad vocálica, pero es muy difícil confundirlas, ya que
por el contexto se distinguen. No obstante existen algunos monosílabos que sí que es obligado el
acentuarlos, pues son los de más uso y tienen el riesgo de ser confundidos. La clasificación está
en base al par tónico-átono, es decir, que la regla de acentuación de monosílabos solo atañe a
los de este par.
a) á/a
L á. Tercera persona del singular de presente de indicativo de los verbos abel y bel. V. gr.: Él á
de tenel hechu tol trebahu enantis de vinil el jefe «Él ha de tener hecho todo el trabajo antes de que
venga el jefe»; S’á palrau de la fruta abondu «Se ha hablado mucho de la fruta». Adverbio de
tiempo «ahora» empleado a principio de oración: Á, u apreba u la veu sin picina en vranu
«Ahora, o aprueba o la veo sin piscina este verano. »
L a. Preposición. V. gr.: Tendriamus que bel dau las herramientas a ellus «Tendríamos que haber
dado las herramientas a ellos».
b) cá/ca
L cá. Apócope de casa en la fórmula en cá (de). V. gr.: Tengu en cá Helipi los librus el estitutu «Tengo
en casa de Felipe los libros del instituto».
L ca. Adjetivo «cada». En ca cual aberie d’abel argu d’umaniá «En cada uno debería haber algo de
humanidad.»
c) dé/de
Ldé. Primera persona del singular del presente de subjuntivo del verbo dal. V. gr: Manda que él le dé
las raferias al muchachinu, que yo en casa nu tengu «Manda que él le dé las golosinas al muchacho, que yo
en casa no tengo.»
Lde. Preposición. V. gr.: Aquí la harca está de mas «Aquí la peña de amigos está de más».
d) é/e
L é. Primera persona del presente de indicativo del verbo bel. V. gr.: É iziu muchus reflanis i
acertahonis enos añus que tengu «He dicho muchos refranes y adivinanzas en los años que
tengo».
L e. Preposición (aféresis de de44). V. gr.: Efagamus un cachinu e maçaroca «Desgranamos un trozo
de mazorca».
e) él/el
L él. Pronombre de tercera persona singular. V. gr.: Él comi templanu «Él come temprano».
L el. Determinante artículo masculino singular. V. gr.: El libru antigu qu’abemus nel chineru tini las
ohas eharrás «El libro antiguo que tenemos en el mueble tiene las hojas rotas».
f) más/mas
L más. Aféresis de amás, empleado a principio de oración. V. gr.: Más, si charabasquea, es polque
argu ai pola fusca «Si hace ruido, es porque algo hay entre la maleza».
L mas. Adverbio de comparación «más». V. gr.: Mas mos val hopealmus enantis d’acuil el amu «Más
nos vale que nos vayamos antes de que acuda el dueño».
g) té/te
L té. Sustantivo masculino singular (nombre de la planta o de la bebida). V. gr.: No se cansa e
bebel té tolas tardis pondi los ingresis «No se cansa de beber té todas las tardes en las tierras de
los ingleses».
L te. Pronombre de segunda persona del singular proclítico acusativo o dativo. V. gr.: Te vi a dil
44 Vid. § 23c.
~ 37 ~
diendu paque vaigas pagandu mentris tú «Te voy a dar para que vayas pagando tú mientras».
h) sé/se
L sé. Segunda persona del singular del imperativo del verbo sel. Sé güenu ena escuela «Sé bueno en
la escuela».
Lse. Pronombre de tercera persona del singular masculino o femenino45. El burru se está
trompeçandu emaseau angora «El burro se esta tropezando demasiado ahora».
i) sí/si
L sí. Adverbio de afirmación, pronombre personal de tercera persona masculino o femenino
preposicional o sustantivo masculino singular (nota musical). V. gr.: Sí, pueis vinil megu «Sí,
puedes venir conmigo» (adv.); Landea abondu pol drentu e sí mesmu en cata e recuerdus dantañu
«Busca mucho dentro de sí mismo buscando recuerdos de antiguamente» (pron. per.); La
sinfonia nu. 4 e Chaicosqui no diba en sí bemol, sinu en fa menol «La sinfonía n.º de Chaikovski no
era en si bemol, sino en fa menor» (sust.).
L si. Conjunción o pronombre personal de tercera persona masculino o femenino enclítico. V.
gr.: No sedrie mu güena la mí Fátima si nu hua polque le peta leyel librus «No sería muy bueno mi
hija Fátima si no fuera porque le gusta leer libros».
La acentuación en los interrogativos y exclamativos
84. Ciertas palabras que usualmente tienen valor de adverbios o pronombres, cuando toman
valor interrogativo o exclamativo han de llevar tilde. Estas palabras son: cúmu, cuál/-u/-a, cuándu,
cuántu, cúyu/-a, óndi (y sus compuestos ándi, dóndi, dándi, pándi, póndi), qué y quién.
Cúmu lo fruhis? «¿Cómo lo llevas?»
Cuál dambus los dos es? «¿Cuál de ambos es?»
Cuántas hanegas ain nestas hesas? «¿Cuántas fanegas hay en estas tierras?»
Pa cuándu son los bailis? ¿«Cuándo son los bailes?
Cúyu pan eharras? «¿Quién eres?»
Dóndi acuin con esa priesa? «¿De dónde acuden con esa prisa?»
En qué mes abemus los desamin? «En qué mes tenemos los exámenes?»
Quién son tolos que sal nel afotu? «¿Quiénes son todos los que salen en la foto?»
Acentuación de palabras compuestas
85. Las palabras compuestas se comportan como cualquier otra palabra en lo que a la
acentuación se refiere, pues son consideradas como una sola palabra. De esta manera regirán
sobre ellas las mismas reglas que anteriormente se han dado, procurando ignorar los posibles
acentos que llevaran cada miembro por separado. V. gr.: hondibochi (hondu + bochi) «bache»,
aramesmu (ara + mesmu) «ya», abuçalapi (abuza + lapi) «sacapuntas». En cambio, las palabras que
sean compuestas por guión entre sus miembros conservan el acento original, en el caso en que lo
llevaran. V. gr.: gallegu-purtugués «gallego-portugués», muchachinus-con-chalecu «judía de careta».
45 Este pronombre sufre apócope. Vid. § 98d.
~ 38 ~
Acentuación en palabras con más de un acento
86. A pesar de tratarse formalmente y semánticamente de un mismo término, este tipo de
palabras, por no hallarse plenamente consolidadas como un solo bloque, poseen dos acentos.
Estas palabras son:
a) Los adverbios en -(m)enti, v. gr.: liheraenti [li' era'enti] «rápidamente», dificilmenti
[di'fi il'me nti] «difícilmente».
b) Las formas aglutinadas adverbiales del tipo veleí, velequí, velellí, misté, v. gr.: veloilu ['belo'ilu]
«helo ahí», velaquí ['bela'ki] «hela aquí», misté ['m :ht'the] «mire usted».
c) Los numerales ordinales a partir del 20, v. gr.: vihesimuquintu [bi' esimu'kintu] «vigésimo
quinto», centesimuprimeru [ en'tesimupri'meru] «centésimo primero».
d) La interjección cadacé ['ka
a' e] «como no».
87. Para su correcta escritura, síganse estas dos normas:
a) Los adverbios en -(m)enti y los numerales ordinales no llevan acento en ninguno de sus
miembros. V. gr.: regulalmenti «regularmente», desenfaaenti «desenfadadamente», urtimaenti
«últimamente», trihesimusestu «trigésimo sexto», otuhesimunovenu «octogésimo noveno».
b) Las formas aglutinadas deícticas llevan acento en el adverbio únicamente cuando son
agudas. V. gr.: veloquí «helo aquí», misté «mire usted», velallí «hela allí», pero no velaila «hela
ahí» o veloquilu «helo aquí».
Acentuación de voces extranjeras
88. En extremeño las palabras extranjeras que aparezcan en el texto (topónimos, nombres
propios, tecnicismos…) quedan exentas de las normas de acentuación dadas, por tratarse de
voces no extremeñizadas. V. gr.: Huimus de Zarautz a Arrasate i tardamus mu poquinu «Fuimos de
Zarautz a Arrasate y tardamos muy poco»; Izian qu’abia un sítiu andi ponian güena comia francesa en
Caçris llamau La tête rouge «Decían que había un sitio donde ponían buena comida francesa en
Cáceres llamado La tête rouge».
Las voces y expresiones latinas no extremeñizadas también quedan exentas. V. gr.: Los ombris
an siu campuçus ab initio «Los hombres han sido campesinos ab initio».
89. Las voces ya extremeñizadas extranjeras y de expresiones latinas han de ceñirse a las
normas de acentuación dadas. V. gr.: Prehentó el currículu ayeltardi «Presentó el currículo ayer por
la tarde»; Hecharun vinticincu oras en cochi diendu pa París «Tardaron veinticinco horas en coche
yendo a París».
Acentuación de mayúsculas
90. Las mayúsculas, por norma general, llevan acento en extremeño sin excepción. V. gr.:
Ávila cai largu e Praséncia «Ávila está lejos de Plasencia»; Yeu! Ímilu plontu que nu me pueu enrabal
muchu. «¡Tú! Dímelo pronto que no me puedo entretener mucho», HAMÓN EMBARATAU
«jamón abaratado».
~ 39 ~
Palabras que pierden el acento
91. Determinadas palabras al sufrir aféresis o apócope y modificar su forma, también lo hace
el acento, por no prevalecer el de la palabra en su forma original, o lo que es lo mismo, que ha
de adaptarse a las reglas de acentuación aun después de haber sido modificada tras
experimentar una pérdida de alguno de sus sonidos. De esta manera, una forma como estás al
perder la e inicial queda como monosílabo por lo que no conserva la tilde: ’stas.
92. Las abreviaturas pierden el acento de la palabra original. V. gr.: sa. de siñá «señora», pah. de
páhina «página».

Segunda parte
MACROORTOGRAFÍA

~ 43 ~
CAPÍTULO I
CONTRACCIONES, ELISIONES Y CRASIS
El ataque en extremeño
93. En extremeño es fenómeno muy usual en la cadena hablada que unas palabras se unan
con otras de manera que no exista una separación en la dicción entre ellas. Esto ocurre con
frecuencia en muchas lenguas romances como el portugués o el francés, llamado ataque suave
(spiritus lenis).
94. No obstante, por otra parte, el extremeño se empareja con lenguas como el inglés o el
alemán, en los casos en que la palabra empieza por un ataque áspero (spiritus asper), rasgo que
también comparte con el griego antiguo. Este ataque áspero se da de manera etimológica (la
palabra empieza por aspiración, como hierru «hierro», humu «humo», hamón «jamón»), en
numerosas ocasiones también por pertenecer a la categoría de la interjección en el nivel nominal
(co, pronunciado ['kho], «vaya», hui «huy», hei «hey», hala) y en el nivel verbal (handa «anda», ’stati
«estate», hentra «entra») o por fonética sintáctica, donde la aspiración final de la palabra anterior
se une fonéticamente con la palabra que le sigue (son tós unus tolpis [són tó 'hunuh tholpih] «son todos
unos torpes»).
De esta manera, en extremeño, existen dos ataques, uno suave y otro áspero, de los cuales, el
suave es el que muestra elisiones y de vez en cuando crasis.
Elisión y crasis
95. Se llama elisión a la pérdida de uno de los dos sonidos vocálicos que se encuentran en el
principio o al final de dos palabras cuando se encuentran contiguas. V. gr.: qu’arremolleci en lugar
de que arremolleci «que ablanda».
96. La crasis es la fusión de dos palabras por haber perdido uno de los sonidos, o del final de la
primera palabra, o del principio de la segunda, de forma que quedan unidas en una única
forma. V. gr.: pandi (pa + andi) «hacia donde», dalgotru (de + algotru) «de algún otro».
El ataque suave
97. El ataque suave tiene la posibilidad de escribirse de tres maneras, a través del uso del
apóstrofe (’), de la crasis o a través de la separación de palabras46. Evidentemente casi cualquier
palabra que acabe o empiece por vocal sufre los fenómenos del ataque suave en el lenguaje oral,
pero una escritura que fijase la caída de tantas vocales, elisiones, etc., daría lugar a un texto
ilegible. Por este motivo tan sólo van a variar su escritura los monosílabos que, la, lo, un(a), a, con,
de, en, pa, pol, sin, me, te, se y le, los cuales pueden agregarse en crasis, apocopar o sufrir aféresis.
46 La elisión no es obligatoria representarla en la escritura, de manera que se puede escribir m’é viniu plontu o me
é viniu plontu «me he venido pronto». En cambio, la escritura de la crasis es obligatoria y por lo tanto se ha de
escribir dunas prantas bravias y no *d’unas prantas bravias ni *de unas prantas bravias «de unas plantas silvestres».
Escritura a través del apóstrofe
98. El ataque suave, en el caso que así lo decida el hablante, puede representarlo en el
momento de pérdida vocálica por un apóstrofe. Para la escritura del apóstrofe se emplea la
palabra afectada de elisión, seguida del apóstrofe y sin mediar espacio con la palabra que
prosigue. V. gr.: d’estuyanti, no *d’ estuyanti. A continuación se muestran los monosílabos que en
su forma contracta llevan apóstrofe obligatoriamente. Sólo excepcionalmente, sobre todo en
textos coloquiales o poéticos, es posible usar el apóstrofe con otras palabras: Aseñalal’l prehisu inti
desu «Señalar el preciso instante de eso»; Que nu vaig’una calli’scura! «Que no vaya a una calle
oscura!».
a) que.
Cuando no es ni exclamativo ni interrogativo, el monosílabo que puede contraer en qu’.
V. gr.: qu’izi «que dice», qu’á bistu «que ha habido», qu’oyia «que oía».
b) de.
La preposición de cuando no pierde la d- inicial47 contrae en d’ delante de cualquier
vocal. V. gr.: d’Ávila «de Ávila», d’obras «de obras». Además, como se verá en el siguiente
punto, la preposición de puede originar determinadas crasis.
c) pa.
La preposición pa contrae en p’ delante de las vocales a, o y u (éstas dos últimas en menor
medida). V. gr.: p’adevinalu «para adivinarlo», p’Otubri «hacia octubre», p’uñil «para unir».
Esta preposición, igual que la anterior, admite crasis con determinadas palabras.
d) me, te, se, le.
Estos pronombres pierden su vocal contrayendo en m’, t’, s’ y l’ delante de cualquier
vocal. V. gr.: m’á viniu «me ha venido», t’iban engañau «te habían engañado», s’ofertó «se
ofertó», l’ubun estraiu «le hubieron extraído».
e) lo, la.
Estos monosílabos, que pueden ser formas tanto pronominales como determinantes,
contraen en l’ delante de las vocales a, o y u. V. gr.: l’abahó «la abajó», l’ubió «lo hubo»,
l’olganizó «lo organizó». En caso de confusión de género es preferible la no contracción.
Escritura de las crasis
99. Las crasis se originan por la unión de una preposición más otra preposición, un
determinante, un adverbio o un indefinido. Una clase especial de crasis es la que se produce
entre el indefinido tó y el artículo determinado. Las preposiciones que permiten estas crasis son
a, con, de, en, hata, pa, pol y sin, por ser las únicas monosílabas.
a) Preposición + preposición
a en entri
a - an -
de da den dentri
hata - hatan -
pa - pan -
47 Vid. § 23 y 100.
b) Preposición + determinante
el la lo un(a) esti esi aquel
a al - - - - - aquel
con - cola48 colo49 - - - -
de del - - dun/-a desti desi daquel
en nel ena eno nun/-a nesti nesi naquel
pa pal - - pun/-a - - paquel
pol pol pola polo pun/-a - - -
sin - sina sino - - - -
c) Preposición + indefinido
La preposición de contrae con los indefinidos algotru, angunu, arguin y otru en las formas,
dalgotru, dangunu, dárguin y dotru.
d) Preposición + adverbio
Cualquier adverbio de tiempo o lugar que empiece por vocal puede unirse a las
preposiciones de, pa y en ocasiones pol. V. gr.: andi: dandi, pandi; antiel: dantiel, pantiel; agora:
dagora, pagora; encima: dencima, pancima, poncima.
e) Indefinido tó + artículo determinado
Escritura de la preposición “de”
100. Esta es la más problemática de las preposiciones en extremeño en lo que respecta a su
plasmación en el texto escrito, ya que unas veces sufres aféresis de su consonante, otras elide la e,
otras forma crasis y otras directamente se omite formando una parada en la pronunciación50.
Para determinar su escritura o no, ténganse en cuenta los siguientes principios sintácticos
orientativos.
Se escribe de:
a) Al encabezar un complemento circunstancial de lugar, tiempo o modo: Vieni e la picina
«Viene de la piscina»; Un engresu e várius días «Un ingreso de varios días»; Una carrera e muchu
sacrifíciu «Una carrera de mucho sacrificio».
48 También las formas cona, conas.
49 También las formas cono, conos.
50 Para los casos en que sufre aféresis véase el § 23. Para crasis vid. supra § 99a.
Singular Plural
Masculino tol tolos
Femenino tola tolas
Neutro tolo tolos
b) Al introducir un complemento de régimen dependiente del verbo: Izi e montal una impresa
«Está hablando de montar una empresa».
c) Al introducir un complemento adyacente partitivo (una mihina d’áugua «un poco agua», un
cachinu e turrón «un trocito de turrón»), de precio (chicli da duru «chicles de a duro») o cuando
le precede un monosílabo (La muchacha, la de la Sílvia, afinal s’á sacau el calné «La muchacha,
la hija de Silvia, al final se ha sacado el carné»).
d) Cuando significa desde. V. gr.: Trebaha e pola mañana hata pola nochi «Trabaja desde por la
mañana hasta por la noche».
e) Al introducir oraciones subordinadas de infinitivo. V. gr. Estamus hartus de vivil con tantu ruiu
«Estamos hartos de vivir con tanto ruido»; De nu estal mu acobardau, quiziá vaigamus al cini
«De no estar muy cansado, quizás vayamos al cine».
f) Formando locuciones. V. gr.: de continu «continuamente», del tó «del todo», de plontu «de
pronto».
No se escribe, en cambio, en los complementos adyacentes de:
a) Posesión. V. gr.: la casa la Laura «la casa de Laura», la via las holmigas «la vida de las
hormigas».
b) Materia. V. gr.: el vasu cristal «el vaso de cristal», el muru ladrillu «el muro de ladrillo».
c) Contenido. V. gr.: La harra cervécia «la jarra de cerveza», un pratau lentehas «un plato lleno de
lentejas».
d) Expresiones interjectivas del tipo el carahu el niñu «el carajo de niño» o qué ascu via! «¡qué
asco de vida!».
101. Hay que tener en cuenta que la presencia de la preposición puede deberse a una pausa
en el discurso, algo que también se ha de ver en la escritura. V. gr.: Seña la malotia el climi, de la tosi
la serva «Señal de la enfermedad del clima, de la tos de la selva».
102. Asimismo es preciso tener cuidado con la aparición o no del artículo en el sintagma, ya
que su presencia a menudo supone la ausencia de la preposición. Esto ocurre sobre todo en los
regímenes de locuciones adverbiales como en enantis la meyudia «antes del mediodía», pero enantis
de llegal la meyudia «antes de llegar el mediodía» o enantis de que llegara la meyudia «antes de que
llegara el mediodía».
Escritura de los pronombres personales enclíticos
103. En la morfología del pronombre se observa cómo existe una alternancia vocálica según
éstos se coloquen antes o después del verbo, es decir, en las posiciones proclítica y enclítica
respectivamente. Así por ejemplo se escribe mos alegramus «nos alegramos» frente a puemus
alegralmus «podemos alegrarnos». Para conocer la correcta escritura de estos pronombres
personales sígase el siguiente cuadro.
Pron. proclíticos Pron. enclíticos
1.ª p. me, mos -mi, -mus
2.ª p. te, vos -ti, -vus
3.ª p. lo, le/se -lu, -li/-si
104. Algo que conlleva la enclisis en el verbo es que éste pierda la -l final ante los pronombres
de tercera persona -li, -la y -lu. V. gr.: Ei d’alvertilu «He de advertirlo»; Nu hazis pol vesitala «No
haces por visitarla».
105. No obstante, ocurre en las formas adverbiales deícticas aglutinadas que tras el
morfema verbal, el pronombre no cierra la vocal. En las formas reduplicadas enfáticas, cuando
aparece el pronombre al final de la palabra, éste sí lo hace. V. gr.: veloí frente a veloilu «helo ahí».

~ 49 ~
CAPÍTULO II
PUNTUACIÓN
Los signos de puntuación
106. A través de la puntuación se puede reproducir en algunos casos elementos de la
entonación presentes en la lengua oral (paradas, dejes, énfasis) además de organizar el texto
haciendo más fácil su lectura.
107. En extremeño existen los mismos signos de puntuación que en otras lenguas. Los
principales son:
Pausa fuerte
punto . puntu
puntos suspensivos … puntus suspensivus
signo de interrogación ? sinu d’enterrogación
signo de exclamación ! sinu d’almiración
Pausa débil
coma , coma
dos puntos : puntu dobri
punto y coma ; puntu-i-coma
Signos
dobles
paréntesis ( ) paréntisis
corchetes [ ] corchetis
llaves { } llavis
comillas «», “” cominas
Separadores
barra / barra daleá
guión - guión
Otros signos
raya — raya
apóstrofe (’) apostrofi
asterisco * estrellina
diéresis ¨ diérisi
MARCADORES DE PAUSA FUERTE
El punto
108. El punto (.) marca una parada más larga que la indicada por la coma al final de un
enunciado. Se escribe unido a la palabra que le antecede seguido de una espacio con relación a
la palabra que le sucede, la cual, además, ha de escribirse con mayúscula51.
51 Excepto en los casos en que este punto sea el que cierra una abreviatura y no coincida con un punto y
seguido o aparte.
~ 50 ~
109. Además resta el uso marginal como cierre de una abreviatura. En este caso puede ir
seguido sin espacio de otro signo de puntuación, excepto si el punto coincide con un punto y
seguido, con un punto y aparte o un punto final, donde el mismo punto de la abreviatura
desempeña este trabajo. V. gr.: sa. «señora», esñu. «extremeño», hnus. «hermanos».
110. En combinación con otros signos de puntuación, cabe decir que el punto tiene la
posibilidad de ubicarse al final de un signo doble. Después de cualquier otro signo de
puntuación se considera un uso incorrecto del punto. V. gr.:
La mesa está viscolneá (una pata anda eschangá).
«La mesa está torcida (una pata está rota).»
*La mesa está viscolneá, anda una pata eschangá?.
*«La mesa está torcida, ¿está una pata rota?.»
111. Son tres los tipos de puntos que existen en extremeño: puntu-i-siguiu «punto y seguido»,
puntu desaparteru «punto y aparte» y puntu acaberu «punto final».
a) Puntu-i-siguiu «punto y seguido».
El punto y seguido se emplea dentro de un mismo párrafo para separar distintas oraciones.
Lleva un espacio tras él y precisa que la palabra que continúa lleve mayúscula inicial. Si el punto
coincide con el final de la línea, se escribe en la siguiente sin sangrar y con mayúscula. V. gr.:
Se van audechandu, peru entavia del tó. Les van gustandu mas de las comias dallí.
Los orárius es lo que piol fruhin.
«Se van acostumbrando, pero aún no del todo. Les van gustando más las comidas de allí. Los
horarios es lo que peor llevan».
b) Puntu desaparteru «punto y aparte».
Esta clase de punto cierra el párrafo de manera que el otro que le sigue comienza por
mayúscula y sangrado. Separa dentro de un mismo texto contenidos distintos. V. gr.:
Enhamás ibamus tiniu el pensamientu e hazel matáncia ca añu, peru la neseziá de dil a mercal tolos dias al
comélciu mondongu, sarchichón u tocinu, mos obrigó a hazela.
Asín i tó, deque s’audecha unu, hormi ve que s’aburrin las costumbris, entra el ahinaeru d’abaldonal lo que se
lleva tantus añus hiziendu pa nu espenal la traición.
«Nunca habíamos pensado hacer matanza cada año, pero la necesidad de ir a comprar todos
los días al comercio mondongo, salchichón o tocino, nos obligó a hacerla.
Sin embargo, cuando se acostumbra uno, según ve que se perdían las costumbres, entra
congoja por abandonar lo que se lleva tantos años haciendo para que no muera la tradición».
c) Puntu acaberu «punto final».
Este punto es el que cierra un texto, sin que continúe otro párrafo perteneciente al mismo
escrito.
Los puntos suspensivos
112. Los puntos suspensivos (…) marcan un corte en la oración, en ocasiones, quedándola
inconclusa. Los motivos para su empleo son varios: vacilación, interrupción intencionada para
provocar determinados efectos en el receptor, cierre inconcluso de un enunciado, omisión de
cierto contenido, etc.
113. Los puntos suspensivos pueden ir seguidos de cualquier otro signo de puntuación que no
sea punto. En el caso de signos dobles o del signo de admiración o interrogación se escribirán
antes o después de los puntos dependiendo si el enunciado es completo o no. En el caso de ir
delante de ellos, no media espacio alguno entre ambas puntuaciones. V. gr.: Lo cúmu lo abrá
hechu?… Quiziá con mucha pacéncia «¿Cómo lo habrá hecho?… Quizás con mucha paciencia; Pi esu
pa qué…? Ya está, nu me lo almientis! «¿Pues eso para qué…? ¡Ya está, no me lo digas!».
~ 51 ~
114. Hay dos tipos de puntos suspensivos, aquellos que no son seguidos por más texto y los
que sí.
a) Puntos suspensivos seguidos. Pueden ser de varios tipos:
• Que cierren un enunciado. En este caso el siguiente enunciado ha de escribirse con
mayúsculas. V. gr.: Es posibri qu’acuyesi polas ochu… Es lo mesmu, la custión es que ya estaba
en casa pala ora cenal. «Es posible que acudiera sobre las ocho… Es lo mismo, la
cuestión es que ya estaba en casa para la hora de cenar».
• Que no cierren el enunciado y tras el corte acabe el sentido completo del enunciado.
En este caso le sigue obligatoriamente minúscula. V. gr.: Acabihai plontu siñoris… i
siñora. «Acabad pronto señores… y señora».
• Que su uso sea el de omitir cierta cantidad de texto porque se conozca lo demás,
como en el caso de refranes, acertijos, frases hechas, etc. Es preciso que al final de los
puntos suspensivos le siga una coma sin espacio. V. gr.: Remolinu tardi e Huevis…,
asinque vaiti cohiendu el parágua pal Domingu. «Remolino en tarde de jueves…, por lo que
ve cogiendo el paraguas para el domingo».
• Que se omita parte de un texto que se cita literalmente. En este caso los puntos
suspensivos suplen al texto omitido y se cierra entre dos corchetes. Si el texto que se
omite es un enunciado entero tras el corchete se escribe un espacio y se empieza por
mayúscula, pero si es parte de un mismo enunciado que sigue ha de ser con
minúscula. V. gr.: «Medina se consumía de impaciencia […] Pensaba Medina que Dolores debía
contarle, transcurrido un día, e ilusiones se forjaba de abrir dentro de poco un sobre perfumado y leer
en un plieguecillo una dulce y tímida confesión.» (Antonio Reyes Huerta, La sangre de la raza).
b) Puntos suspensivos no seguidos. En el caso de no seguirle un enunciado inmediatamente
después, su uso es idéntico al del punto y aparte52.
El signo de interrogación y de admiración
115. El signo de interrogación (?) cierra un enunciado interrogativo, mientras que el de
admiración (!) cierra uno exclamativo. Ambos signos se colocan tras la última palabra de la
interrogación o la exclamación sin espacio entre ellos. Pueden ir seguidos de cualquier signo de
puntuación excepto de punto y, como cualquier signo de pausa fuerte, van seguidos de
mayúsculas.
116. En extremeño se emplea, como en otras lenguas, un solo signo de cierre, puesto que los
procedimientos gramaticales (uso de lo, interrogativos, orden de los miembros del enunciado,
tonalidad descendente en la interrogativa e hiperexclamativa en la exclamativa) hacen que con
un sólo signo quede claramente delimitado este tipo de enunciados. V. gr.:
Chacha! «¡Muchacha!»
Yeu! «¡Hola!»
Lo qué? «¿Qué?»
Lo cuántus abiamus ena furriona? «¿Cuántos estábamos en el banquete?»
117. Las proposiciones subordinadas y los vocativos si están al principio de un enunciado
interrogativo o exclamativo, al carecer de la tonalidad se colocan fuera de dichos enunciados,
seguidos de una coma y la interrogativa o exclamativa. Si estas mismas proposiciones o
vocativos se hallan al final de los enunciados recogen la tonalidad, considerándose dentro de la
pregunta o la exclamación. V. gr.:
Yeu, a qué ora sal el tren? / A qué ora sal el tren, yeu? «Tú, ¿a qué hora sale el tren?» / ¿A qué hora
sale el tren, tú?
52 Vid. supra § 111b.
~ 52 ~
Si t’as encebicau tantu, sigui hata que t’acobardis! / Sigui hata que t’acobardis, si t’as encebicau tantu! «Si te
has enviciado tanto, ¡sigue hasta que te canses!» / «¡Sigue hasta que te canses, si te has enviciado
tanto!»
118. Otro uso no estricto del signo de interrogación y de admiración es el de manifestar
dentro de un texto enunciativo la sorpresa, la duda o la ironía. En este caso el signo se aísla del
texto a través de los paréntesis y se coloca después de aquello sobre lo que se pretende
manifestar tales apreciaciones, mediando espacio delante y detrás de ambos paréntesis. V. gr.:
Venisti templanu (!) en estuviendu muhotrus ya cenaus i acostaus. «Viniste temprano (!) al estar nosotros
ya cenados y acostados».
La via e los señoritus siempri hue dura (?) pol mé el trebahu que las muchas fincas i cortihus les endirgan. «La
vida de los señoritos siempre fue dura (?) a causa del trabajo que las muchas fincas y cortijos
les proporcionan».
MARCADORES DE PAUSA DÉBIL
La coma
119. La coma (,) simboliza dentro del enunciado una pausa breve y tiene múltiples usos. Por
norma general no se antepone a las conjunciones u e i excepto cuando existen dos y una de ellas
enlaza elementos de una proposición mientras que la otra enlaza dos o más proposiciones. V.
gr.: Abemus dies de perrus, cuarenta e gallinas i unus cuantus de gallus nuna parcela i ena otra un pal de perrus
mas, cabras, ovehas i chivinus. «Tenemos dos perros, cuarenta gallinas y unos cuantos gallos en una
finca y en la otra un par de perros más, cabras, ovejas y chivos».
Excepción es si por su extensión, es preciso hacer una pausa. V. gr.: Las casas aislás costruias a
meyaus del sigru pasau pol mé del Pran Badahó a lo largu las Vegas Bahas s’an remuelau cumu chalés, u
acontinan conselvandu el su espeutu orihinal. «Las casas aisladas construidas a mediados del siglo
pasados a través del Plan Badajoz a lo largo de las Vegas Bajas se han remodelado como chalés,
o continúan conservando su aspecto original».
120. También por regla general no podrá mediar coma entre un sujeto y un predicado a
excepción de que se encuentre algún inciso entre ambos. V. gr.: *Los curtivaoris de tomati, an siu
protagonistas duna marcha encontra los bahus précius. «Los cultivadores de tomate, han sido
protagonistas de una marcha contra los bajos precios.» Pero: Los curtivaoris de tomati, proceentis de
tolas zonas de reguediu de Guadiana, an siu protagonistas duna marcha encontra los bahus précius. «Los
cultivadores de tomate, procedentes de toda las zonas de regadío del Guadiana, han sido
protagonistas de una marcha contra los bajos precios.»
121. La coma se emplea para:
a) Separar los elementos de una enumeración excepto los términos precedidos por las
conjunciones i i u. V. gr.: Mercaimi un forru e maalenas, unas lascas de hamón, áugua i el pan.
«Compradme un paquete de magdalenas, unas lonjas de jamón, agua y el pan.»
b) Separar los elementos que se encuentran en el mismo nivel gramatical dentro de un
enunciado, siempre que no estén divididos por las conjunciones i i u. V. gr.: Pola nochi, pola
mañana, pola tardi: tol día leyendu. «Por la noche, por la mañana, por la tarde: todo el día
leyendo.»
c) Separar elementos marginales del enunciado tales como vocativos, aposiciones,
aclaraciones, etc. V. gr.: Nu era esta nochi, chachu, cuandu hazian las choscas las Candelárias? «¿No
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era esta noche, tú, cuando hacían las lumbres de las Candelarias?»; Luisitu, que prefirió el su
ofíciu a los estuyus, otuvu en güen caudal hormi pasaban los añus. «Luisito, que prefirió su oficio a
los estudios, obtuvo un buen caudal según pasaban los años.»
d) Separar en un enunciado las proposiciones adversativas (peru, inque, sinu, ara que…),
consecutivas (asinque, de má que, de mó que…), causales (polque, pol mé de, pos…), condicionales
(si, sinú, nel suponel de que…), temporales (deque, de ná que, hormi, mentris que, desque…) V. gr.:
Encetu a mañana a trebahal en Méria, ara que nu sabu cúmu dil entavia. «Comienzo mañana a
trabajar en Mérida, aunque no aún sé cómo ir»; Me é queau arruchi, asinque nu te pueu convial.
«Estoy sin blanca, así que no te puedo invitar»; Antielnochi nu dormí naina, polque estaba
descrispá pol desamin. «Anteayer por la noche no dormí nada, porque estaba nerviosa por el
examen.»; Nel suponel de yo acabihal plontu, vendrie a pol ti. «Suponiendo que acabe pronto,
vendría a por ti.»; Desque pú salil de la probécia, ara vivi cumu los marquesis. «Desde que pudo
salir de la pobreza, ahora vive como los marqueses.»
e) Separar del enunciado elementos tales como enlaces (es izil, u sá, sin embalgu, nu estanti),
adverbios (de siguru, veleí, efetivaenti, contó i con esu…), locuciones o expresiones (pol regra
heneral, tó pol tó, asín poncima, mas u menus…), etc. Si están en medio del enunciado, son
aislados entre dos comas. V. gr.: Huesimus tiniu traucius, veloilus, cosa e 500 velsus, asín poncima,
inque mos cohiesi tol dia. «Hubiésemos traducido, he ahí, alrededor de 500 versos, aunque
tardásemos todo el día».
f) Suplir la omisión de un verbo. V. gr.: Tengu en San Sebastián a los mis agüelus; en Valéncia, a los
mis helmanus; en Barcelona, a los mis tius. «Tengo en San Sebastián a mis abuelos; en Valencia,
a mis hermanos; en Barcelona, a mis tíos».
g) Separar los distintos miembros de un enunciado o sintagma que se encuentran invertidos o
descolocados según la sintaxis. V. gr.: Hambri, tengu mucha. «Hambre, tengo mucha»; El
alunu Gutierri, Hosi á siu espuntau endefiniaenti desti estitutu. «El alumno Gutiérrez, José ha sido
expulsado indefinidamente de este instituto.»
Los dos puntos
122. Los dos puntos (:) como los anteriores signos ya vistos detienen el discurso, aunque su uso
se limita al de llamar la atención sobre el enunciado que se encuentra más allá de ellos.
123. Los dos puntos se utilizan:
a) Antes de una enumeración que ha sido previamente anunciada. V. gr.: Estu va a sel lo que te
encargui pal mandau: azeiti e mirasol, frihonis i un pal de pimientus coloraus. «Esto va a ser lo que te
encargue para el recado: aceite de girasol, alubias y un par de pimientos rojos». En
ocasiones, la enumeración puede que vaya dispuesta por guiones, según lo cual los dos
puntos actuarían como un punto y aparte. V. gr.:
Traiti:
—Açuca
—Lúdia
—Una dozena e güevus
«Tráete: Azúcar, levadura, una docena de huevos»
b) Antes de una cita textual, la cual ha de empezar por mayúscula al tratarse de una nueva
oración y entre comillas. V.gr.: Acuérdati desa frasi de Eráclitu: «El sol tini el anchón dun pie
umanu». «Recuerda esa frase de Heráclito: “El sol tiene la anchura de un pie humano”.»
c) Tras las fórmulas de saludo de las cartas. En este caso el texto que le sigue comienza con
mayúsculas y sangrado en otro renglón. V. gr.:
El mi güen amigu Migui:
Sabu que t’escrebu emaseau tardi, peru ya conocis el reflán…
«Mi buen amigo Miguel:
Sé que te escribo demasiado tarde, pero ya conoces el refrán…»
d) Entre dos oraciones o proposiciones no unidas por nexo y cuya relación entre ambas
~ 54 ~
puede ser de causa-efecto, de conclusión, de explicación, de ejemplificación, etc. V. gr.:
Anochi le dio un arrepiu: tan felís qu’estaba qu’acabihó pol enrealsi a cantal i a bailal nel meyu la calli.
«Anoche le dio un pronto: estaba tan feliz que acabó por ponerse a cantar y a bailar en la
mitad de la calle.»; Era el monti mas artu en que s’iba amontau: 2348 metrus tinia. «Era el monte
más alto que había hecho: 2348 metros tenía».
El punto y coma
124. El punto y coma (;) señala, por lo general, una pausa más larga que la coma pero menor
que el punto entre dos oraciones o proposiciones, a menudo yuxtapuestas o unidas por
conjunciones o locuciones del tipo peru, sin embalgu, asinque, contó, etc. cuando los periodos son
muy largos. V. gr.: Vivia largu; enhamás diba pal puebru, namás que deque se queaba sin conduchu. «Vivía
lejos; nunca iba al pueblo al menos que se quedara sin comida»; El trebahu nel campu es duru; contó,
risurta gratificanti cuantis que se ven las senaras cubrias pol trigu, polas viñas, pol maís i polos frutalis que sabis
que van a dal de comel a la tu henti. «El trabajo en el campo es duro; con todo resulta gratificante
cuando se ven las tierras llenas de trigo, de viñas, de maíz y de frutales que sabes que van a dar
de comer a tu familia.»
Otro uso es el que tiene de dividir los distintos elementos de una enunciación cuando se
poseen cierta complejidad al incluir pausas menores. V. gr.: Via e 73 añus; ohus, miopés, glaucoma,
conhuntiviti; esperéncia, toa; trebahu, los mas penosus. «Vida de 73 años; ojos, miopía, glaucoma,
conjuntivitis; experiencia, toda; trabajo, los más penosos».
SIGNOS DOBLES
Los paréntesis
125. Los paréntesis [()] son signos de puntuación doble que sirven básicamente para encerrar
datos que en el enunciado resultan aclaratorios o explicativos. Al aislar un trozo de texto, los
signos de puntuación que pertenecen al enunciado en el que se ve inmerso se sitúan por fuera de
los paréntesis. V. gr.: Si ubiesin riañus (cosa que nu ai), ya huesimus saliu daquí. «Si hubiesen redaños
(cosa que no hay), ya hubiésemos salido de aquí». No obstante, al considerarse el texto
encerrado por el paréntesis lo suficientemente desligado como para albergar signos fuertes de
puntuación, de existir éstos han de incluirse dentro de los corchetes. V. gr.: Hazia friascu (pol qué
nu coheriamus antoci la chaqueta?) i agora estamus dambus los dos amormaus. «Hacía frío (¿por qué no
cogeríamos entonces el abrigo?) y ahora estamos ambos acatarrados».
126. Los paréntesis se usan para:
a) Encerrar un inciso que interrumpe el enunciado53, tal como una aclaración, una fecha, un
lugar o cualquier otro dato que sirva para dar un mayor sentido al enunciado. V. gr.:
Antañu, cuandu tinia 23 añus (vivia solu i iba heredau un güen capital) le gustaba e dil en céria en céria a
defalagal el su dineru huegandu enos corralis de gallus. «Antiguamente cuando tenía 23 años (vivía
solo y había heredado un buen capital) le gustaba ir de feria en feria a derrochar su dinero
jugando en los corrales de gallos.»; «Nada nos falta, porque nada somos» (Fernando Pessoa).
53 También para este uso se permiten las rayas e incluso, dependiendo del sentido del texto del inciso, las
comas.
~ 55 ~
b) Reproducir la palabra completa en la trascripción de un texto. V. gr.: Ea quæ secuta est
hieme, qui fuit annus Cn(eo) Pompeio M(arco) Crasso…
c) Encerrar un signo de admiración o de interrogación cuando estos denotan ironía,
sorpresa, etc54.
d) En las enumeraciones donde se empleen para ello números o letras es posible que estos
vayan seguidos de un paréntesis de cierre. V. gr.:
El trebahu que acontina arreol de Eráclitu enclui:
a) Via
b) Éfisu i Eráclitu
c) Omeru: la huenti la conocéncia
d) El logos
e) El hueu
«El trabajo siguiente sobre Heráclito incluye: Vida, Éfeso y Heráclito, Homero: la
fuente del conocimiento, el logos, el fuego.»
Los corchetes
127. Los corchetes ([]) tienen, aunque su labor sea parecida, un uso más reducido que los
paréntesis. Su relación con otros signos de puntuación es la misma que para los paréntesis (vid.
supra).
128. Los corchetes son usados:
a) Cuando hay en un enunciado un paréntesis y dentro de éste a su vez hay una aclaración se
ha de aislar con corchetes o rayas. V. gr.: Ca dia conocemus mas del univelsu (los mehoris afotus
son grácias a la Nasa [satéliti Hubble] que labuta decontinu ena envestigación los ohetus celestis) peru nu
pol ellu ebemus afilmal qu’angún dia lleguemus a conocelu enteru, pos tali es el su anchón. «Cada día
conocemos más universo (las mejores fotografías son gracias a la Nasa [satélite Hubble]
que trabaja continuamente en la investigación de los objetos celeste) pero no por ello
debemos afirmar que algún día lleguemos a conocerlo entero, pues tal es su anchura».
b) Para señalar que se omite un fragmento de texto se emplean dentro de unos corchetes tres
puntos suspensivos55. También es posible escribir en un texto trascrito entre paréntesis algo
que en original faltaba, estaba tachado, alguna aclaración, etc.
c) En un texto poético y en algunos diccionarios se emplea el corchete de apertura cuando
las palabras de un verso o renglón, por su largura, no cabe en la línea anterior. V. gr.:
Y los gallos, asustäos y confundíos
con el juerte crujío de los truenos
y la lus de los relámpagos,
Jacían sus gorgoritos empinando los
[galgueros.
(Javier Feijóo: ¿La jonra o la vida? en
Sentimientos en castúo)
54 Vid. § 118.
55 Vid. § 114a.
~ 56 ~
Las llaves
129. Las llaves ({}) son un signo doble que también encierran un texto pero no de manera
incisiva, sino de manera organizativa. Estos signos sólo se emplean en la elaboración de
esquemas, cuadros sinópticos o similares para clasificar el contenido o desarrollarlo.
Las comillas
130. La comillas («»)56 y (“”)57 encierran en sí una porción de texto que por su carácter es
relevante o textual. Como en los otros signos dobles, el texto que queda dentro de las comillas
tiene su propia puntuación. Se colocará detrás de las comillas sin dejar espacio el signo de
puntuación correspondiente si éste pertenece al periodo donde se ven inmersas aquéllas. V. gr.:
Le pregunté: «achu, cúmu es qu’angora nu labutas ena estilleria?». «Le pregunté: “oye, ¿cómo no trabajas
ahora en la carpintería?».
Ambas comillas se usan de manera alternante, usándose las inglesas dentro de las latinas y
nunca al revés. V. gr.: Pegó un güen pegoti ihendu que la obra de Wilde era «La emportáncia de llamalsi
“Lorençu”». «Metió bien la pata al decir que la obra de Wilde era “La importancia de llamase
‘Lorenzo’”».
131. Se usan las comillas en las siguientes situaciones:
a) Para reproducir las palabras textuales en un escrito. V. gr.: Deque esmiençaba a pardagueal ihu,
izi: «Ca dia escureci mas templanu: ya mesmu son las seis i es meyanochi». «Cuando comenzaba a
oscurecer dijo: “Cada día oscurece mas temprano: ya mismo son las seis y es
medianoche”.»
b) Para poner de relieve una palabra, ora por ser de lo que se está hablando, ora por estar
mal escrita, ora por ser el título de una obra de arte, etc. cuando no sea posible escribirlo
en cursiva. V. gr.: Un vistiu pue sel de «lentehuelas» peru nu de «sangrihuelas». «Un vestido puede
ser de “lentejuelas” pero no de “sanguijuelas”; La palabra «margullil» procei del purtugués
«mergulhar». «La palabra “margullil” procede del portugués “mergulhar”»; Las cuálas te
gustan mas, las «Castellanas» u las «Extremeñas» de Grabiel i Galán? «¿Cuáles te gustan más, las
Castellanas o las Extremeñas de Gabriel y Galán?»
SEPARADORES
La barra oblicua
132. La barra (/)58 sirve para separar elementos que van desde el morfema de género o
número hasta versos enteros. Es el principal elemento separador.
133. Se usa en las siguientes ocasiones:
a) En la reproducción en prosa de un texto poético para separar entre sí los versos. En esta
56 Llamadas comillas latinas o españolas.
57 Llamadas inglesas.
58 Además existen la barra (|) y la barra (\) que tienen usos más restringidos en otros ámbitos como en la
elaboración de diccionarios o en informática.
~ 57 ~
ocasión la barra lleva un espacio tanto delante como detrás. V. gr.:
Dispués de tempráu’l panderu / se poni ella a tocal: / ajecháus, salteáus, corríus, brincáus / y muchas
otras tonás. / Y la genti, mú alegri, / con ganas se poni a bailal. / Y es que lus bailis del pueblu / nu tién
nel mundu igual.
(J. Benito Mateo Pascual: Día de fiesta)
b) En la reproducción en prosa de un texto cualquiera donde se desee marcar el fin de
renglón del original. V. gr.:
Mi amado amigo: Vaya ante todas co- / sas la especie curiosa prometida en mi ante- / cedente. El asunto
es, que lo que creemos / fabuloso en Dédalo, fué un hecho verdade- / ro sucedió en Plasencia. Voló un
hombre, / y voló un gran trecho.
(Antonio Ponz: Viajar por Extremadura.)
c) En expresiones del tipo 90 km/h ó 2 m/s tiene valor preposicional, algo que queda más a la
vera de la formulación científica que de la propia ortografía. También tiene valor de
preposición o conjunción en la unión de dos palabras como relación amol/ódiu «relación
amor-odio», Puebrunuevu/Sarteneha «Pueblonuevo-Sarteneja».
d) Para indicar dos o más posibilidades morfológicas se coloca una barra entre la palabra y el
morfema o morfemas que se quieran representar. V. gr.: la/s tarra/s de lechi «la(s) cántara(s)
de leche»; dibamus/is/n «íbamos/-is/-n».
El guión
134. El guión (-) también es un separador pero de un uso abierto como el de la barra y
empleado en multitud de situaciones. No se ha de confundir con la raya, ya que el guión es de
menor tamaño.
135. Se emplea el guión:
a) Para formar palabras compuestas cuya unidad no es del todo fonética. V. gr.: trahi-luzis
«traje de luces», casa-campu «casa de campo».
b) Para dividir una palabra al final de renglón. En este caso se emplean las reglas de silabeo
para una correcta división de la palabra. Estas reglas son básicamente:
• Los dígrafos gu, ll, rr, qu y ch no se pueden partir ya que cada uno es considerado un
solo fonema. V. gr.: ba-rrundi, chas-quin, ascondi-chas. En el caso de nh59 el hablante es
quien decide si lo considera como un solo fonema o como dos, pudiendo escribir
nara-nha o naran-ha, mo-nhi o mon-hi.
• Cuando existen dos o tres consonantes seguidas dentro de la palabra que pertenecen
a sílabas distintas, son de la primera sílaba las consonantes l, m, n60, r y s, mientras que
la(s) otra(s) a la siguiente sílaba. V. gr.: atol-dalsi, em-promal, tron-cón, ar-dilosu, harrasperosu.
• Un diptongo jamás se divide. Sí, en cambio, un hiato. V. gr.: querén-cia pero no
*querenci-a, can-ción pero no *canci-ón; demucraci-a, univelsi-á, cuta-inu.
• Ni las voces extranjeras (al menos que se conozca la normativa en su idioma), ni las
siglas, acrónimos ni abreviaturas han de de ser divididas.
c) Para la escritura de una parte de una palabra como un morfema, una sílaba, un elemento
compositivo, etc. del final de palabra se antepone un guión a éste. V. gr.: -illu, -inu, -al. Si
se encuentra al principio de la palabra se coloca después. V. gr.: pos-, arre-, de-. Si se
encuentra en medio, se escribe entre guiones. V. gr.: -fr, -br-, -pr-.
59 Vid. not. 11 sobre el dígrafo nh.
60 Excepto si le sigue h según se ha visto.
~ 58 ~
OTROS SIGNOS
La raya
136. La raya (—) tiene doble valor: se puede usar aisladamente o como un signo doble. En el
caso en que funciona como signo doble, la puntuación funciona de igual manera que con un
paréntesis o unas comillas.
137. Usado de forma aislada:
a) En un diálogo, introduce las intervenciones de cada personaje. Se coloca al principio de la
intervención y sin espacio entre.
—Pi cuántu tiempu llevas asperándumi?
—Lo menus una ora.
—Nu as puiu pegalmi el hipiu enantis?
«—¿Cuánto tiempo llevas esperándome? / —Al menos una hora. / —¿No has podido
avisarme antes?»
b) En las enumeraciones o listas para introducir cada elemento. V. gr.:
Prencipalis ciais d’Estremaura:
—Badahó
—Caçris
—Méria
—Praséncia
—Don Benitu
—Cória
—Almendralehu
«Principales ciudades de Extremadura: Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia, Don Benito,
Coria, Almendralejo…»
Usado de forma doble:
a) Tiene el mismo valor que un paréntesis o dos comas. Se pueden utilizar de manera
alternativa. V. gr.: Nu estarás mu arriciu (inque hateis un güen —i igu güen— abrigu)? «¿No estarás
mu aterido (aunque vistas un buen —y digo buen— abrigo)?»
b) En los diálogos, las intervenciones que llega a hacer el narrador se coloca entre rayas. V.
gr.:
—Ai argu mas grandi —afilmaba con el ton de Parméni sigrus antis—i etelnu en el univelsu: el Sel.
«—Hay algo más grande —afirmaba con la voz de Parménides siglos antes— y eterno en
el universo: el Ser.»
El asterisco
138. El asterisco (*) tiene tres usos principales:
a) Llamar la atención sobre una palabra o un parte del texto que remite a una nota al
margen o al final de página. En este caso suele encerrarse entre paréntesis.
b) Para señalar que una palabra o una frase están mal escritas se escribe delante. V. gr.:
*pronúncia, *parlal, *surcu.
c) Indicar que la palabra es una conjetura o un vocablo hipotético. V. gr.: *ama(u)istis >
amaistis.
~ 59 ~
La diéresis
139. La diéresis (¨) se emplea de manera ortográfica en los casos en que la u no forma parte
del dígrafo gu y se pronuncia. V. gr.: güerva «vuelva», antigüísimu «antiquísimo», carrigüela
«correhuela».
Colocado en la vocal cerrada de un diptongo, se emplea en poesía para señalar que se
produce un hiato para cumplir con el metro.
Quiere un hombre de rïaños, que te quiera,
quiere un hombre con agallas de los nuestros…
(Luis Chamizo: Consejos del Tío Perico.)
El apóstrofe
140. Ya vimos su uso en el capítulo anterior (§ 98), por lo que remítase a él.

~ 61 ~
CAPÍTULO III
ABREVIATURAS, SIGLAS Y OTROS SIGNOS
Abreviaturas
141. Una abreviatura es el acortamiento de una palabra cualquiera tomando la primera o
algunas de sus letras con las que se pueda reconocer fácilmente. Su uso es motivado por la
rapidez del texto. De igual suerte es posible acortar un conjunto de palabras escogiendo algunas
de sus letras o usando símbolos especiales.
Las abreviaturas son, por lo general, de creación libre, pudiéndose inventar nuevas. No
obstante, las abreviaturas técnicas y científicas están sometidas al acuerdo internacional.
142. En extremeño todas las abreviaturas que no sean las de carácter internacional se escriben
en minúscula, independientemente de lo que representen. Han de llevar un punto al final de la
abreviatura en todos los casos y sin cumplir las reglas de acentuación según la palabra de la que
proceda. V. gr.: o. para osté, art. para artículu, pah. para páhina, t. para tiu o tia, d. para don. En el
caso de ser una abreviatura el fruto de un conjunto de palabras, se escribe las letras seguidas del
punto sin que medie espacio entre ellas. V. gr.: l.s.m. para la su mahestá, e.H. para enantis de
Hesucristu, vs.as. para várius autoris.
143. La escritura del género o el número en una abreviatura se escribe colocando la letra del
morfema antes del punto. V. gr.: da. para doña, sa. para siñá, sas. para señoras. Lo mismo pasa con
los ordinales, colocando #l cuando se trate de primel «primer» o trecel «tercer» como en 21l para
vihesimuprimel «vigésimo-primer» o 63l para sesahesimutrecel «sexagésimo-tercer», #u cuando sea
masculino como 4u para cuartu «cuarto» o 11u para onzenu «undécimo» y #a cuando se femenino
como 2a para segundera «segunda» o 13a para trezena «décimo-tercera».
Las mismas reglas que sirven para las palabras extremeñas son válidas para abreviaturas de
procedencia latina, excepto los numerales latinos que en ningún caso llevan letras a su lado.
V.gr.: vid. «vide», cf. «cónfer» pero no *VIa o *XVu para sesta «sexta» u quinzenu «décimoquinto
».
Siglas y acrónimos
144. Además existen las siglas, compuestas por la primera o las primeras letras de cada
palabra de un grupo de éstas o un sintagma. Las siglas a menudo representan colectivos,
organismos, instituciones, marcas comerciales, etc.
Las siglas y los acrónimos que no se hayan sustantivado se escriben en mayúscula, por lo
general, pudiendo o no llevar punto. V. gr.: HF que son las siglas inglesas de High Fidelity, alta
fidelidad o R.I.P. que son las siglas latinas de requiescat in pace, descanse en paz.
Los plurales se hacen añadiendo la letra del morfema de plural detrás, siempre en minúscula.
V. gr.: los DVDs (leído los diuvidís); las ONGs (leído las oenihís).
~ 62 ~
Símbolos no alfabetizables
145. He aquí algunos de los principales símbolos de uso matemático, monetario, lingüístico,
etc. que no son alfabetizables. En la mayoría de casos son letras del alfabeto, pero con rayas o
signos diacríticos, otros son caracteres especiales que proceden incluso de las abreviaturas
medievales como & y otros de alfabetos diferentes, principalmente el griego (n, μ u p).
61 En México.
62 Moneda de EE. UU. y Puerto Rico.
63 Moneda de Argentina, Chile, México y Uruguay.
64 Vid. FF.
65 En Matemáticas.
66 En Filología.
67 En Matemáticas.
68 En Filología.
amstrons Å astron
arroba @ arroba
asterisco * estrellina
centavo ¢ centavu61
colón t colón/is
copyright: derechos de autor © copyright: derechus d’autol
dividido entre ÷ entri, deviiu entri
dólar peso $ dola62, pesu63
escudo $00 escú
euro € euru
franco francés francu francés64
función ƒ hunción (matemáticas)
grado ° grau
incremento n encrementu
infinito enfinitu
integral entegral
lira esterlina £ lira esterlina
más + mas
mayor que, pasa a > mayol que65, pasa a66
menor que, procede de < menol que67, procei de68
menos - menus
micro- μ micrumuerto
† muertu
multiplicado por × murtipricau pol, pol
multiplicado por, por · murtipricau pol, pol
número # númiru
número pi € númiru pi
ohmio p ómiu
párrafo, sección, parte § párrafu, seción, parti
pesetas pehetas
por ciento % pol cientu
por mil ‰ pol mil
raíz cuadrada raís cuairá
raya ~ rayina
registred trademark: marca registrada ® registred trademark: marca rustria
signo de más-menos ± sinu e mas/menus
y, etcétera & i, ecétera
yen ¥ yen
~ 63 ~
APÉNDICE
Este apéndice contiene un listado con los principales elementos compositivos prefijados de
origen grecolatino en extremeño. Aparece, por orden: elemento compositivo en extremeño,
equivalente castellano, significado del elemento y un ejemplo.
acru- «acro-» “altura”: acrufobia «acrofobia».
adenu- «adeno-» “glándula”: adenupatia «adenopatía».
afru- «afro-» “africano”: afruamericanu «afroamericano».
agru- «agro-» “campo”: agruquímica «agroquímica».
ahiu- «hagio-» “santo”: ahiugráficu «hagiográfico».
aletu «alecto-» “gallo”: aletumancia «alectomancia».
alu- «alo-» “otro”: alutonu «alóctono».
alu- «halo-» “sal”: alutenia «halotecnia».
anarcu- «anarco-» “anarquía”: anarcusindicalista «anarcosindicalista».
anemu- «anemo-» “viento”: anemucórdiu «anemocordio».
anglu- «anglo-» “inglés”: anglufobu «anglófobo».
anhiu- «angio-» “vaso circulatorio”: anhiuhénisi «angiogénesis».
anisu- «anisu-» “desigual”: anisupétalu «anisopétalo».
anti- «ante-» “antes”: antindiluvianu «antediluviano».
antropu- «antropo-» “humano”: antropucentrismu «antropocentrismo».
antu- «anto-» “flor”: antufagu «antófago».
aristu- «aristo-» “mejor”: aristucrata «aristócrata».
arqueu- «arqueo-» “viejo”: arqueulogu «arqueólogo».
artru- «artro-» “articulación”: artrugrafia «artografía».
aru- «aero-» “aire”: arunavi «aeronave».
astru- «astro-» “astro”: astrunomia «astronomía».
atinu- «actino-» “rayo de luz”: atinumetru «actinómetro».
audiu- «audio-» “sonido; audición”: audiulibru «audiolibro».
autu- «auto-» “por sí solo”: autumobi «automóvil».
baru- «baro-» “peso”: barumétricu «barométrico».
batu- «bato-» “profundo”: batulitu «batolito».
bibliu- «biblio-» “libro”: bibliuteca «biblioteca».
biu- «bio-» “vida”: biugrafia «biografía».
~ 64 ~
braquiu- «braquio-» “brazo”: braquicefálicu «braquiocefálico».
briu- «brio-» “musgo”: briuzó «briozoo».
broncu- «bronco-» “bronquio”: broncuneumonia «bronconeumonía».
cacu- «caco-» “malo”: cacuquimiu «cacoquimio».
calu- «calo-» “bello”: calulohia «calología».
carcinu- «carcino-» “cáncer; cangrejo”: carcinulohia «carcinología».
carcu- «calco-» “cobre”: carculíticu «calcolítico».
cardiu- «cardio-» “corazón”: cardiuceruhanu «cardiocirujano».
cariu- «cario-» “núcleo”: cariucinéticu «cariocinético».
cefalu- «cefalo-» “cabeza”: cefalurraquídiu «cefalorraquídeo».
cercu- «cerco-» “cola”: cercupitecu «cercopiteco».
cibi- «ciber-» “cibernética”: cibinauta «cibernauta».
cinimatu- «cinemato-» “movimiento”: cinimatugrafu «cinematógrafo».
cinu- «cino-» “perro”: cinuglosa «cinoglosa».
cistu- «cisto-» “vejiga”: cistuscopia «cistoscopia».
citu- «cito-» “célula”: cituplasma «citoplasma».
cloru- «cloro-» “verde”: cloruhormu «cloroformo».
copru- «copro-» “excremento”: coprufagu «coprófago».
cosmu- «cosmo-» “orden; mundo”: cosmunauta «cosmonauta».
crisu- «criso-» “oro”: crisucola «crisocola».
critu- «cripto-» “oculto”: critugrama «criptograma».
criu- «crio-» “frío”: criuhénicu «criogénico».
cromu- «cromo-» “color”: crumulitugrafia «cromolitografía».
cronu- «crono-» “tiempo”: crunulóhicu «cronológico».
cuairu- «cuadru-» “cuatro”: cuairuprical «cuadruplicar».
datilu- «dáctilo-» “dedo”: datiluscopia «dactiloscopia».
demonu- «demono-» “espíritu; demonio”: demonumancia «demonomancia».
demu- «demo-» “pueblo”: demucrata «democrata».
dendru- «dendro-» “árbol”: dendrugrafia «dendrografía».
dermu- «dermu-» “piel”: dermuprotetol «dermoprotector».
dinamu- «dinamo-» “fuerza”: dinamumetria «dinamometría».
dinu- «dino-» “terrible”: dinusáuriu «dinosaurio».
diplu- «diplo-» “doble”: diplucocu «diplococo».
disu- «dipso-» “sed”: disumania «dipsomanía».
ecu-1 «eco-» “casa, morada”: ecunomia «economía».
~ 65 ~
ecu-2 «eco-» “sonido reflejado”: ecugrafia «ecografía».
egu- «ego-» “yo”: egulatria «egolatría».
eletru- «electro-» “eléctico”: eletrucardiugrama «electrocardiograma».
eliu- «helio-» “sol”: eliuscópiu «helioscopio».
ematu- «hemato-» “sangre”: ematufagu «hematófago».
emu- «hemo-» “sangre”: emudialís «hemodiálisis».
encefalu- «encefalo-» “encéfalo”: encefalupatia «encefalopatía».
enciclu- «enciclo-» “conjunto”: enciclupedista «enciclopedista».
endu- «endo-» “dentro”: endugamia «endogamia».
enteru- «entero-» “intestino”: enterupatia «enteropatía».
entomu- «entomo-» “insecto”: entomufilu «entomófilo».
enu-1 «eno-» “vino”: enulohia «enología».
enu-2 «etno-» “pueblo”: enulingüística «etnolingüística».
epatu- «hepato-» “hígado”: epatucitu «hepatocito».
equinu- «equino-» “espinoso”: equinudermu «equinodermo».
ergu- «ergo-» “trabajo”: ergunomia «ergonomía».
eritru- «eritro-» “rojo”: eritrucitu «eritrocito».
escatu-1 «escato-» “último”: escatulohia «escatología».
escatu-2 «escato-» “excremento”: escatufagu «escatófago».
escleru- «esclero-» “duro”: esclerudermia «esclerodermia».
esquizu- «esquizo-» “escindir”: esquizufrenia «esquizofrenia».
estenu- «esteno-» “estrecho”: estenugrafia «estenografía».
estereu- «estereo-» “sólido”: estereutipu «estereotipo».
estomatu- «estomato-» “boca”: estumatulogu «estomatólogo».
esu- «exo-» “fuera”: esucrinu «exocrino».
eteru- «hetero-» “distinto”: eterusesual «heterosexual».
etu- «hecto-» “cien”: etugramu «hectogramo».
eu- «eo-» “aurora; principio”: eucenu «eoceno».
fagu- «fago-» “comer”: fagucitu «fagocito».
filu-1 «filo-» “amar”: filusofu «filósofo».
filu-2 «filo-» “hoja”: filufagu «filófago».
fisiu- «fisio-» “naturaleza”: fisiuterapia «fisioterapia».
flebu- «flebo-» “vena”: flebutomia «flebotomía».
fonu- «fono-» “voz, sonido”: fonugrama «fonograma».
fotu- «foto-» “luz”: fotucópia «fotocopia».
~ 66 ~
frenu- «freno-» “inteligencia”: frenupatia «frenopatía».
galu- «galo-» “galo; francés”: galulatinu «galolatino».
gamu- «gamo-» “unión”: gamupétalu «gamopétalo».
gasteru- «gastero-» “estómago”: gasterupou «gasterópodo».
gastru- «gastro-» “estómago”: gastrunteriti «gastroenteritis».
glucu- «gluco-» “dulce”: glucuhenu «glucógeno».
grafu- «grafo-» “escribir”: grafulogu «grafólogo».
grecu- «greco-» “griego”: grecurromanu «grecorromano».
herontu- «geronto-» “anciano”: herontucracia «gerontocracia».
herru- «ferro-» “hierro”: herrucarril «ferrocarril».
heu- «geo-» “tierra”: heufísicu «geofísico».
hinecu- «gineco-» “mujer”: hineculohia «ginecología».
hinu- «gimno-» “desnudo”: ginuspelma «gimnosperma».
hudeu- «judeo-» “judío”: hudeucristianu «judeocristiano».
iconu- «icono-» “icono, imagen”: iconugrafia «iconografía».
idiu- «idio-» “propio”: idiutismu «idiotismo».
idolu- «idolo-» “ídolo”: idolulohia «idolología».
idru- «hidro-» “agua”: idruavión «hidroavión».
igru- «higro-» “húmedo”: igruscopia «higroscopia».
ilu- «hilo-» “materia”: iluzoismu «hilozoísmo».
indu- «indo-» “indo”: induropeu «indoeuropeo».
intru- «intro-» “dentro”: intruspetivu «introspectivo».
inu-1 «hipno-» “sueño”: inutismu «hipnostimso».
inu-2 «icno-» “huella”: inulohia «icnología».
ipi- «hiper-» “superior; exceso”: ipimercau «hipermercado».
ipu-1 «hipo-» “debajo; escasez”: ipucorísticu «hipocorístico».
ipu-2 «hipo-» “caballo”: ipudromu «hipódromo».
isu- «iso-» “igual”: isucronu «isócrono».
italu- «italo-» “italiano”: italualhentinu «italoargentino».
itiu- «ictio-» “pez”: itiugrafia «ictiografía».
laringu- «laringo-» “garganta”: laringutomia «laringotomía».
lipu- «lipo-» “grasa”: liputímia «lipotimia».
litu- «lito-» “piedra”: litucálamu «litocálamo».
locu- «loco-» “lugar”: locumoción «locomoción».
logu- «logo-» “palabra”: logutipu «logotipo».
~ 67 ~
lucu- «leuco-» “blanco”: lucurrea «leucorrea».
macru- «macro-» “grande”: macrucosmu «macrocosmos».
megalu- «megalo-» “grande”: megalumanu «megalómano».
melanu- «melano-» “negro”: melanuforu «melanóforo».
melu- «melo-» “canto melódico”: meludrama «melodrama».
mesu- «meso-» “medio”: mesuzoicu «mesozoico».
metru- «metro-» “medida”: metrulohia «metrología».
micetu- «miceto-» “hongo”: micetulohia «micetología».
micru- «micro-» “pequeño”: micruscópicu «microscópico».
misu- «miso-» “odio”: misuhínia «misoginia».
mitu- «mito-» “hilo”: mitumania «mitomania».
miu- «mio-» “músculo”: miucarditi «miocarditis».
monu- «mono-» “solo, único”: monucromu «monócromo».
morfu- «morfo-» “forma”: morfulohia «morfología».
motu- «moto-» “movido por motor”: motucicleta «motocicleta».
nanu- «nano-» “enano”: nanumetru «nanómetro».
narcu- «narco-» “sopor”: narcutrafulleu «narcotráfico».
necru- «necro-» “muerto”: necrufília «necrofilia».
nefelu- «nefelo-» “nube”: nefelumetria «nefelometría».
neu- «neo-» “nuevo”: neuclasicismu «neoclasicismo».
neumu- «neumo-» “pulmón”: neumutora «neumotórax».
neuru- «neuro-» “nervio”: neurucéncia «neurociencia».
nomu- «nomo-» “ley”: nomugrama «nomograma».
nosu- «noso-» “enfermedad”: nosumántica «nosomántica».
odontu- «odonto-» “diente”: odontulogu «odontólogo».
oleu- «oleo-» “aceite”: oleucondutu «oleoconducto».
oligu- «oligo-» “poco”: oligufrénicu «oligofrénico».
olu- «holo-» “todo”: oludátilu «holodáctilo».
omeu- «homeo-» “igual”: omeutermia «homeotermia».
omu- «homo-» “igual”: omuhéniu «homogéneo».
oncu- «onco-» “tumor”: onculohia «oncología».
onomatu- «onomato-» “nombre”: onomatupeya «onomatopeya».
ontu- «onto-» “ser”: ontulóhicu «ontológico».
opu- «opo-» “jugo”: oputerapia «opoterapia».
ornitu- «ornitu-» “ave”: orniturrincu «ornitorrinco».
~ 68 ~
ortu- «orto-» “correcto”: ortudosu «ortodoxo».
oru- «oro-» “montaña”: orugrafia «orografía».
osteu- «osteo-» “hueso”: osteuporosi «osteoporosis».
otalmu- «oftalmo-» “ojo”: otalmuscópiu «oftalmoscopio».
otu- «oto-» “oído”: otulohia «otología».
oturrinu- «otorrino-» “oido y naríz”: otorrinularingulogu «otorrinolaringólogo».
ovu- «ovo-» “huevo”: ovuvivíparu «ovovíparo».
paidu- «paido-» “niño”: paidufília «paidofilia».
paleu- «paleo-» “viejo”: paleucristianu «paleocristiano».
pantu- «panto-» “todo”: pantumima «pantomima».
patu- «pato-» “dolencia”: patuhénisi «patogénesis».
penti- «pente-» “cinco”: penticostal «pentecostal».
petru- «petro-» “piedra”: petruglifu «petroglifo».
picu- «pico-» “billonésima”: picugramu «picogramo».
piezu- «piezo-» “comprimir”: piezuletrinu «piezoeléctico».
piru- «piro-» “fuego”: piruténicu «pirotécnico».
pitroliu- «petroleo-» “petróleo”: pitroliuquímicu «petroleoquímico».
pitu- «picto-» “pintado”: pitugráficu «pictográfico».
piu- «pio-» “pus”: piuhenia «piogenia»
plutu- «pluto-» “riqueza”: plutucracia «plutocracia».
podu- «podo-» “pie”: podumetru «podómetro».
preti- «preter-» “fuera”: pretimisión «pretermisión».
protu- «proto-» “primero”: protustória «protohistoria».
quilu- «kilo-» “mil”: quilumetru «kilómetro».
quimiu- «quimio-» “química”: quimiuterapia «quimioterapia».
quintu- «quinto-» “cinco”: quintuprical «quintuplicar».
quiru- «quiro-» “mano”: quirufanu «quirófano».
radiu- «radio-» “rayo”: radiunovela «radionovela».
retru- «retro-» “hacia atrás”: retrugrau «retrógrado».
reu- «reo-» “fluir”: reulohia «reología».
rinu- «rinu-» “nariz”: rinuceronti «rinoceronte».
rizu- «rizo-» “raíz”: rizufagu «rizófago».
rodu- «rodo-» “rosa”: rodumiel «rodomiel».
sapru- «sapro-» “podrido”: saprufitu «saprofito».
sarcu- «sarco-» “carne”: sarcufagu «sarcófago».
~ 69 ~
selenu- «seleno-» “luna”: selenugrafia «selenografía».
selvu- «servo-» “siervo”: selvufrennu «servofreno».
semiu- «semio-» “signo”: semiulohia «semiología».
senu- «xeno-» “extranjero”: senufobia «xenofobia».
seru-1 «sero-» “suero”: serudianóticu «serodiagnóstico».
seru-2 «xero-» “seco”: serucópia «xerocopia».
seudu- «pseudo-» “falso”: seudocientíficu «pseudocientífico».
silu- «xilo-» “madera”: silufonu «xilófono».
sobri- «sobre-» “sobre”: sobrintendel «sobrentender».
sociu- «socio-» “sociedad”: sociucurtural «sociocultural».
sotu- «soto-» “por debajo”: sotumenistru «sotoministro».
talasu- «talaso-» “mar”: talasucracia «talasocracia».
teli- «tele-» “lejos”: telivisión «televisión».
tenu- «tecno-» “técnica”: tenulóhicu «tecnológico».
teratu- «terato-» “monstruo”: teratuhénicu «teratogénico».
termu- «termo-» “temperatura”: termuletrinu «termoeléctico».
teru- «ptero-» “ala”: terudátilu «pterodáctilo».
teu- «teo-» “dios”: teucracia «teocracia».
topu- «topo-» “lugar”: topunímico «toponímico».
tribu- «tribo-» “frotar”: tribuluminicéncia «triboluminiscencia».
trofu- «trofo-» “alimentación”: trofulogu «trofólogo».
turbu- «turbo-» “turbina”: turbudiesi «turbodiésel».
u- «eu-» “bien”: ufemismu «eufemismo».
uru-1 «euro-» “europeo”: urudeputau «eurodiputado».
uru-2 «uro-» “orina”: urulohia «urología».
vidiu- «video-» “ver”: vidiucámara «videocámara».
vizi «vice-» “en lugar de”: vizidiretol «vicedirector».


ÍNDICE
PRÓLOGO ................................................................................................................... I
PRIMERA PARTE
MICROORTOGRAFÍA
CAPÍTULO I
EL ALFABETO
El alfabeto .................................................................................................................. 7
Grafías que representan más de un fonema ............................................................... 8
Fonemas representados por dos o más grafías ........................................................... 9
Fonemas representados por dígrafos .......................................................................... 10
Letras mudas .............................................................................................................. 10
Letras empleadas en la escritura no alfabetizadas ...................................................... 11
Otros signos empleados en la escritura ...................................................................... 11
CAPÍTULO II
EL USO DE LAS LETRAS
EL USO DE LAS CONSONANTES
• El uso de B y V .............................................................................................. 13
• El uso de C/Ç y Qu ........................................................................................ 15
• El uso de la letra D ........................................................................................ 16
• El uso de F y H .............................................................................................. 17
• El uso de G .................................................................................................... 18
• El uso de L, R y RR ........................................................................................ 19
• El uso de Ll e Y .............................................................................................. 20
• El uso de M y N ............................................................................................. 21
• El uso de S ..................................................................................................... 22
• El uso de Z ..................................................................................................... 23
EL USO DE LAS VOCALES
• Escritura de la apofonía ................................................................................ 24
LLa apofonía postónica ................................................................................ 25
LLa apofonía pretónica verbal ..................................................................... 25
LApofonía de los prefijos en-/in- y des-/dis- .................................................. 26
• Fusión vocálica del prefijo re- ........................................................................ 26
• Ortografía de los elementos compositivos prefijados .................................... 26
• Escritura de los grupos cultos ........................................................................ 27
• La copulación i .............................................................................................. 27
EL USO DE OTRAS LETRAS
El uso de otras letras .................................................................................................... 27
CAPÍTULO III
MAYÚSCULAS Y MINÚSCULAS
Las mayúsculas, generalidades ................................................................................... 29
Mayúscula inicial por naturaleza ............................................................................... 29
Mayúscula en toda la palabra .................................................................................... 30
Las minúsculas ........................................................................................................... 31
CAPÍTULO IV
ACENTUACIÓN
El acento en extremeño .............................................................................................. 33
El acento gráfico ......................................................................................................... 33
El acento agudo .......................................................................................................... 34
El acento en diptongos, hiatos y triptongos ................................................................ 34
El acento diacrítico ..................................................................................................... 35
La acentuación en los interrogativos y exclamativos .................................................. 37
Acentuación de palabras compuestas ......................................................................... 37
Acentuación en palabras con más de un acento ........................................................ 38
Acentuación de voces extranjeras .............................................................................. 38
Acentuación de mayúsculas ....................................................................................... 38
Palabras que pierden el acento ................................................................................... 39
SEGUNDA PARTE
MACROORTOGRAFÍA
CAPÍTULO I
CONTRACCIONES ELISIONES Y CRASIS
El ataque en extremeño .............................................................................................. 43
Elisión y crasis ............................................................................................................ 43
El ataque suave ........................................................................................................... 43
Escritura a través del apóstrofe .................................................................................. 44
Escritura de la crasis ................................................................................................... 44
Escritura de la preposición de ..................................................................................... 45
Escritura de los pronombres personales enclíticos ..................................................... 46
CAPÍTULO II
PUNTUACIÓN
Los signos de puntuación ........................................................................................... 49
MARCADORES DE PAUSA FUERTE
• El punto ......................................................................................................... 49
• Los puntos suspensivos .................................................................................. 50
• El signo de interrogación y de admiración .................................................... 51
MARCADORES DE PAUSA DÉBIL
• La coma ......................................................................................................... 52
• Los dos puntos ............................................................................................... 53
• El punto y coma ............................................................................................ 54
SIGNOS DOBLES
• El paréntesis .................................................................................................. 54
• Los corchetes ................................................................................................. 55
• Las llaves ....................................................................................................... 56
• Las comillas ................................................................................................... 56
SEPARADORES
• La barra oblicua ............................................................................................ 56
• El guión ......................................................................................................... 57
OTROS SIGNOS
• La raya .......................................................................................................... 58
• El asterisco ..................................................................................................... 58
• La diéresis ...................................................................................................... 59
• El apóstrofe ................................................................................................... 59
CAPÍTULO III
ABREVIATURAS, SIGLAS Y OTROS SIGNOS
Abreviaturas ............................................................................................................... 61
Siglas y acrónimos ...................................................................................................... 61
Símbolos no alfabetizables ......................................................................................... 62
APÉNDICE ................................................................................................................... 63

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