Recopilado del Libro “Extremadura de
trecho en trecho” de Víctor Chamorro
HERVÁS PARA FORASTEROS
Fascinante Judería
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HERVAS es un pueblo que
parece hecho a la medida del hombre. Se respira un ambiente acogedor, quizá
porque no hay calles rectas que suelen dar tristeza y desasosiego. Las de Hebras
tienen tiendas siempre abiertas y cestas de fruta invadiendo las aceras. También
se nota el silencio.
Sus cuestas dan siempre
nuevas perspectivas. Hay soportales con bares, tranquilas plazas con fuente y
abundancia de sol. Los alrededores son abiertos, llenos de aire, en una naturaleza
plena y luminosa.
Hay dos Hebras: la parte
rica y la parte pobre. La primera es acogedora, y la segunda. Misteriosa: la
judería. Un barrio fascinante, quizá único en España. Penetrando en él por la
Cuestecilla casi se domina por entero. Es otro mundo, pleno de rincones
secretos y placitas minúsculas, en cuyas torcidas fachadas los tiestos y latas
de geranios alternan con las sombras misteriosas de la cal. La casa del
rabino, las sinagogas. Alargadas y tortuosas calles que casi se cierran por
arriba mediante saledizos y aleros; sus muchos recovecos permiten toda la
discreción del mundo. Por eso sus gentes hacen media vida en la calle, al sol.
Algunas viviendas están ancladas a robustos pedruscos a la vista, un apoyo tan
inteligente como la disposición de los entramados de castaño y adobe.
Una leyenda a la altura
del escenario: la despótica ley de 1 os Reyes Católicos dividió a Hervás en
cristianos y herejes, pero no pudo impedir que la hija del rabino y el heredero
del jefe católico se enamorasen. Aunque se veían de noche, fueron descubiertos
y dilapidados. Pobre Julieta de perfil agudo 1
Desde 1969 toda la
judería es monumento nacional, y sus vecinos no pueden modificar las fachadas.
Incluso para arreglar el interior tienen que pedir permiso a la Dirección
General de Bellas Artes. Los técnicos han intentado mejorar algunas cosas, pero
no siempre con éxito. Por otro lado, los viajeros opinan bajo el punto de
vista estético y los habitantes desde
El práctico, y
difícilmente puede haber un acuerdo.
Como no se puede imponer
una religión por Real Decreto, como hicieron Isabel y Fernando, los judíos de
Hervás se hicieron católicos para no tener que emigrar, y tenían que emplear
ciertos trucos para no delatarse. Así, las madres hebreas teñían con pimentón
el pan untao” de la merienda de sus críos para que pareciera el chorizo en la
rebanada de los chicos católicos. Curiosamente, en este barrio se llama “pipas”
a las alubias, ya que perdura el temor a usar el término “judías”, que sigue
siendo sinónimo de insulto, y según me dicen, aquel entrañable pito de hueso
de albaricoque es de origen semita; igual que los apellidos de profesión,
como Herreros, Tejedor, Labrador, Hortelano, Campos y Flores.
Todavía es corriente
bautizar en Hervás con nombres tan eufónicos como Neftalí, Efraín, Noé,
Israel, Ester, Moisés y Judith; Salomé es incluso más frecuente en hombres que
en mujeres. También perduran dichos populares, tales como “Árabes, judíos y
cristianos, todos hermanos” o “En Hervás, judíos los más”. Es habitual
Un juego infantil llamado
“del rabí”, en el que uno hace de víctima, y estando de cara a la pared se le
hace una “judiada” y luego se le pregunta: ‘>Quién te ha picado?”, y él
contesta:
El rabí 1”, entonces los
demás gritan: “j Pues tráelo prendido de la nariz!”, teniendo que adivinar el
pellizcado a su agresor.
El gancho de Hervás hace
que todos los años venga un grupo de arquitectos ingleses a dibujar la judería
y a exponer en el pueblo sus láminas, que luego se llevan al marcharse. Pero el
lugar también da sus propios artistas: Emilio González, poeta, y Enrique Pérez
Comendador, escultor. Y también políticos, como Pablo Castellano. El
novelista Víctor Chamorro también se acerca por aquí los veranos. En el cercano
Guijo de Granadilla nació y murió José María Gabriel y Galán. El vecino
pantano de su nombre es despejado y pictórico, estupendo para merendar o
acampar.
En lo más alto de Hervás
hay un dominante castillo que, además de fortaleza, es iglesia de nombre
sorprendentemente estimulante: Santa María de las Aguas Vivas, de recia
sillería granítica. La torre templaria que la corona se conserva buen estado.
Cuatro colu de impecable orden tosc soportan resignadas el arc la portada. Los
arqueólogos tán de suerte, porque aun da parte de la antigua muralla ciclópea.
La iglesia
de San Juan tiene tres retablos churriguerescos Aquí hay un Cristo del
Pe que está arrodillado sobre bola del mundo, con los e mas de la crucifixión
en cuerpo. Una tradición pía dice que la imagen sangró durante tres días de
1716.
Como es
natural, el Ayuntamiento no podía estar en casa corriente, y se puede comprobar
en su gran patio col nado de un antiguo monasterio franciscano del siglo XVIII.
Estos cuatro edificios son también monumentos nacionales.
En Hervás,
como en otros lugares de Extremadura, se llama pitarra a la cosecha de cada uno. El jugo d inocente culpable se llama
que y entra de maravilla. Andan bien de lo gastronómico porque entre el
calderillo morago, el zorongollo y chanfaina (vaya nombrecito hay para todos
los estos y bolsillos. En el sencillo tal García sirven sopa de cocido. Cazuela
de bacalao y pimientos rebozados con salsa reina—, con pan y vino y flan, todo
por 200 pesetas.
Los negados,
perrunilla dulces de horno casero extraordinarios. Los aficionados al confort
tradicional tienen su cita en el Casino , y los que prefieran el ambiente
espeso y tasquero, en la subida al castillo, la Cueva del Calvo, aunque en la
puerta no hay ningún cartel ; y en la judería, para en La Bodeguilla.
En los dos
sitios acompañan al trepador caminante con pinchos de tortilla, cecina y delicias
típicas de la tierra
Hervás ha
ganado muy merecidamente varios premios
de embellecimiento. El trato exquisito de sus gentes, su habla típicamente
serrana(ligeramente canturrona) y sus paisajes.
Existen pegatinas para coches que dicen
“Hervás, jardín de Extremadura’. A la entrada de Hervás o a la salida, según vayas
o vengas, hay carteles que te dan la bienvenida :”Si a Hervas vienes sé bien
recibido”o que te despiden:” Si de Hervás te marchas, lleva buen viaje”
No es nada
exagerado. Hay que verlo.
Valentín GINES